El miedo al fuego crepita en Lena, con coches, casas, cuadras y praos incendiados

Los tres incendios en apariencia intencionados que se han concatenado en el pueblo de Palaciós en poco más de dos semanas no son un hecho aislado. El miedo que late entre en los vecinos ante lo que consideran las fechorías de "un pirómano enloquecido" no se circunscribe solo a esta aldea situada ya en el dobladillo de la falda de La Cobertoria. Hay más aldeas inquietas. El caso más llamativo es el pueblo de El Valle, situado en la ladera opuesta. "Aquí llevamos bastante tiempo conviviendo con los incendios intencionados. La inquietud que tienen en Palaciós forma parte de nuestra vida desde hace unos cuatro años", apuntan los residentes.

Los tres incendios declarados en Palaciós entre el 19 de enero y el 5 de febrero han afectado a una antigua vivienda, una cuadra y un pajar. Ningún vecino resultó herido, pero murió quemada una vaca. El problema en El Valle se proyecta mucho más atrás en el tiempo, con un cómputo de daños llamativo. Han ardido dos coches, un transformador y una cuadra; además, se ha contabilizado un buen número de fuegos en fincas próximas a la carretera: "El último incendio fue en enero y lo apagamos los propios vecinos", señalan los residentes en el pueblo. Todos los casos se concentran en un tramo vial de unos 400 metros. "No hay ninguna duda de que se trata de algo intencionado. Llevamos tiempo preocupados, ya que un día puede producirse una tragedia". Los vecinos están convencidos de que se trata del mismo pirómano que ha actuado estos días en Palaciós, aunque reconocen que es solo una intuición sin certidumbre. Tanto en Palaciós como en El Valle llegan a la misma conclusión: "Esto tiene que parar o vamos a terminar lamentando una desgracia".

Máxima vigilancia en Palaciós (Lena) para "pillar" al pirómano nocturno

Los hechos que narran los vecinos de El Valle son más que inquietantes. "Los dos coches que ardieron estaban aparcados junto a la carretera. En uno de los casos los bomberos nos aseguraron que alguien había roto una luna para arrojar algo inflamable dentro", apuntan los testigos. "En el caso del poste con el transformador, era evidente la intencionalidad, ya que había trapos medio quemados por todo el entorno". En lo referente a la cuadra, el inmueble quedó totalmente calcinado: "Por suerte no había animales dentro, solo paja. Los dueños lo tuvieron que reconstruir por completo". Los vecinos reconocen tener miedo, hasta el punto de preferir cierto anonimato a la hora de denunciar: "Igual la toma con nosotros y nos quema la casa".

En El Valle llevan mucho tiempo conviviendo con incendios presuntamente intencionado: "Se han dado muchos casos de fuegos en fincas cercanas a la carretera y han ardido fardos de paja de manera muy sospechosa", apuntan en el pueblo. "En apariencia, lo que parece buscar el autor es que se extienda el fuego, pero por suerte siempre hemos actuado rápido, la última vez hace apenas dos semanas". El Valle y Palaciós son dos pueblos "espejo". Desde cada uno de ellos se ve perfectamente el otro en la margen contraria del valle del río Lena. Los vecinos comparten ahora la visión de un peligro común. En Palaciós estuvo ayer de nuevo la Guardia Civil tomando fotografías y buscando indicios que puedan hacer avanzar la investigación abierta. El dueño de la casa que ardió el martes de madrugada confía en que las pesquisas arrojen avances. También espera colaboración ciudadana: "Tenemos que estar todos alerta, ya que alguien podría está poniendo vidas en peligro", señala Carlos Prieto.

La Guardia Civil ha abierto una investigación e intensificado la vigilancia en los alrededores. Los vecinos valoran incluso organizar patrullas ciudadanas nocturnas. Tanto en Palaciós como en El Valle hay pleno convencimiento de que los incendios han sido causados por un pirómano. En la comarca del Caudal no se han registrado casos de este tipo recientemente. Hace ya casi una década fue detenido en Ujo un vecino acusado de provocar varios incendios urbanos en el concejo. En uno de ellos llegó a fallecer un mendigo.

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