El albergue de animales de Mieres dio 72 perros en adopción en 2024

El centro mantiene una ocupación de 24 canes pese a dar salida a casi todos los animales que ingresaron

María Valderrey, responsable del albergue, acaricia a "Gloria", la última perra en ser adoptada.

María Valderrey, responsable del albergue, acaricia a "Gloria", la última perra en ser adoptada. / A. Velasco

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Mieres del Camino

Es poner un pie en el patio principal del albergue de animales de Mieres y comenzar a escuchar un concierto de ladridos y patas golpeando las jaulas. Son los 25 perros que ahora se alojan en el centro y que piden una familia que los libere. Aunque Gloria, una pitbull que lleva más de dos años en el centro, sabe que ya tiene nuevos dueños, sus costumbres no cambian, y cuando ve aparecer a un extraño, sigue lamiendo su mano con dulzura para tratar de ganarse su afecto. El pasado año, la perrera de Mieres logró sacar a 72 animales del centro, una cifra que permitió prácticamente nivelar las entradas, que fueron de 74 canes.

Nuria Ordóñez es la edil de Medio Ambiente de Mieres, de cuya concejalía depende la perrera municipal. Explica la edil que a día de hoy hay 24 perros aún en el centro, "la cifra más baja de los últimos tiempos", especialmente contando con que hay cinco animales en vías de salida. La última adopción es precisamente la de Gloria, que ya está en su nuevo hogar. La concejala señala que la media de ocupación del albergue de animales sigue siendo alta, especialmente por la dificultad de dar en adopción a los PPP (Perros Potencialmente Peligrosos), así como a los perros grandes (mastines) o a perros de caza que tienen "un tremendo miedo a los humanos". "Ahora vamos a empezar a trabajar de manera individual con ellos para que pierdan ese temor que tienen a las personas, un hecho que cuenta un poco la vida que pudo tener ese animal", apunta Ordóñez.

Las épocas de más tensión para el albergue de animales "Tono Ambrosio" de Mieres suelen ser los meses previos al verano, mayo especialmente, y los meses que siguen a las Navidades. "Son fechas que tienen que ver con los abandonos por las vacaciones de verano y por regalos no deseados en las Navidades", explica la concejala, que explica que este año decidió no hacer una campaña de adopción a finales de año. "Los voluntarios querían organizar sobre adopciones y dar visibilidad a los animales en noviembre o diciembre, pero entendí que la Navidad estaba cerca y que había que disociar los perros de los regalos", señala Ordóñez, que añade que "cuando uno tiene un perro, es sumar un miembro más a la familia, hay que abogar por una tenencia responsable".

Albergue

Además de la ocupación, el albergue de animales de Mieres cuenta con otros problemas, especialmente el estado de las instalaciones. Tras abordar una mejora del patio principal, jaulas y oficinas de esa zona, ahora el Ayuntamiento desarrollará a lo largo de este año una nueva fase del proyecto. Nuria Ordóñez explica que la idea es abordar este segundo proyecto en 2025 siempre que no haya urgencias presupuestarias. La inversión, un contrato menor de hasta 45.000 euros, serviría para actuar en otro de los patios y en la zona de cuarentenas, notablemente dañada esta última.

En esa zona de cuartenas es donde está Aslan, el último inquilino de este albergue. María Valderrey, responsable del centro, que gestiona la empresa "Dog Harmony", explica que es un Kangal turco, un perro de guarda de ganado. Su estado es bueno, y apareció hace unos días en Mieres. "Es raro que este perro haya aparecido y no tenga dueño ni chip porque son animales muy caros, que pueden costar más de mil euros", apunta la trabajadora. El can, al que han bautizado como al león de la saga "Las crónicas de Narnia", se muestra bonachón y acostumbrado al trato humano. "Esperamos que el dueño aparezca pronto", afirma Valderrey.

La responsable del albergue, María Valderrey, junto a Aslan, un Kangal turco, último animal en llegar al centro.

La responsable del albergue, María Valderrey, junto a Aslan, un Kangal turco, último animal en llegar al centro. / A. Velasco

Aunque Valderrey es la que está en el día a día en el centro, por fin el albergue "Tono Ambrosio" cuenta de nuevo con voluntarios que ayudan en el paseo y cuidado de los perros. "Lo lleva la asociación AVADA, y ahora mismo habrá como unos 25 voluntarios", señala Nuria Ordóñez, que explica que los ciudadanos pueden formar parte de este voluntariado, eso sí, previa inscripción y formación. "La gente que quiera formar parte de esta gran familia debe de contactar con AVADA, y a partir de ahí recibirán un programa de formación para garantizar la seguridad suya y de los propios animales", concluye la edil.

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