Uno de los heridos por la explosión recibe el alta hospitalaria, otros tres siguen ingresados y evolucionan favorablemente

Una veintena de vecinos de dos edificios ya tienen permiso para entrar en sus casas, aunque algunos seguirán realojados en el campus

Las palas sacan escombro de la zona de la explosión.

Las palas sacan escombro de la zona de la explosión. / A. Velasco

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Mieres del Camino

La expresión "la nueva normalidad" se usó con asiduidad tras la pandemia del coronavirus, y ahora en Mieres vuelve a instaurarse en las conversaciones. Lentamente, y no para todos al mismo ritmo, pero la ciudad va recuperando su pulso normal tras las taquicardias sufridas a raíz de la explosión de gas del pasado lunes, que destruyó tres inmuebles y afectó a varios más, dejando un total de 18 heridos y medio centenar de desalojados. Poco a poco, los heridos van mejorando, y de los cuatro hospitalizados, el más leve, un joven que había quedado ingresado en el hospital Álvarez-Buylla, ya ha sido dado de alta. El resto sigue evolucionado favorablemente. Mientras tanto, casi la mitad de los vecinos afectados por la explosión ya van obteniendo permiso para volver a sus casas, algunos para recuperar una vida más o menos normal, mientras que otros solo podrán desescombrar, limpiar y gestionar los daños con sus seguros. Quedan por delante meses de trabajo.

El Alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, informó que en el caso de los heridos, se había dado el alta hospitalaria al joven mierense que estaba en Álvarez-Buylla y que el jueves era operado de la clavícula. "Nos han dicho que a lo largo de la mañana le darían alta, y eso es una buena noticia", apuntaba. Desde Oviedo también llegaban noticias esperanzadoras: "Los dos ingresados van mejorando poco a poco, uno de ellos ya está en planta". En el caso de la mujer que fue trasladada a la Unidad de Quemados del hospital de La Paz, en Madrid, también se han producido algunas novedades. "Hay que tener en cuenta que tiene heridas muy graves, pero los médicos van avanzando con ella, y parece ser que le iban a ir quitando poco a poco la respiración artificial y haciéndole alguna prueba para ver como funcionan sus pulmones", explica Manuel Ángel Álvarez, que agregaba que "todos estamos con ella y esperamos que se recupere".

Una vecina sale con enseres de su domicilio afectado por la explosión tras ser autorizada a acceder al inmueble.

Una vecina sale con enseres de su domicilio afectado por la explosión tras ser autorizada a acceder al inmueble. / A. Velasco

En cuanto a las inspecciones de los edificios y la vuelta a casa de las familias afectadas, también se va avanzando. El regidor explicó que los técnicos municipales, tras un arduo trabajo, ya han autorizado la entrada de en torno a una veintena de vecinos a sus domicilios. Se trata, especificó, de los moradores de los pisos de los portales 71 y 73-75 de la calle Ramón y Cajal, cuyas fachadas (azul y roja) dan a la carretera general. "Casi todos han podido entrar ya, salvo una propietaria que no estaba para poder hacer con ella la inspección de la vivienda", aclaraba el Alcalde, que agregaba que aunque puedan entrar, eso no significa que directamente puedan quedarse ya a vivir. "Hay algunos que sí, los de los pisos más cercanos a la carretera, pero otros tendrán que ir arreglando desperfectos y trabajando con sus seguros", señalaba Álvarez. Lo que tiene claro el regidor es que no se va a dejar a nadie atrás. "Se buscarás soluciones para cada caso, pero vamos a trabajar en que todo el mundo vaya recuperando la normalidad poco a poco". Una normalidad, a modo de curiosidad, que parecía ir llegando, en esta caso con el servicio de Correos. Y es que a media mañana, un cartero salía de uno de los portales afectados después de realizar el reparto de correspondencia.

Un cartero tras entregar la correspondencia en uno de los edificios dañados.

Un cartero tras entregar la correspondencia en uno de los edificios dañados. / A. Velasco

Temor a los robos

También comentó Álvarez sobre el miedo de algunos vecinos a volver a casa o a que sus viviendas sean asaltadas al carecer de ventanas o cierres. "No tienen que tener ningún problema, porque de hecho ayer la Policía Nacional no dejó entrar a nadie precisamente por la seguridad", indicaba el Alcalde, que señaló que los agentes les pidieron un listado de las personas que están autorizadas a acceder a las viviendas. El regidor aclaró que la vigilancia policial se mantendrá mientras la Delegación del Gobierno lo estime.

Contenedores

Por último, el Alcalde informó de que a partir del lunes, en el solar frente a los edificios afectados, el Ayuntamiento colocará unos contenedores para que los vecinos puedan depositar enseres rotos y facilitarles el desescombro. "Entendemos que era una labor también que ellos tendrían que ir haciendo con los seguros, pero desde el Ayuntamiento vamos a intentar echarles un cable también ahí y facilitarles esas labores", concluyó el regidor.

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