La plaza de Ciaño, abierta por avería: el mercado municipal, contra las cuerdas por un fallo en su puerta

La puerta automática de cristal de la plaza de abastos de Ciaño lleva cinco meses estropeada: desde octubre no cierra y permanece "abierta por avería". Los trabajadores y los clientes han pasado frío y ahora que la temperatura va en ascenso ven que, además del viento helado, el no poder cerrar la puerta también deja paso libre a las moscas

Ricardo Torres en la plaza de abastos de Ciaño. | D. O.

Ricardo Torres en la plaza de abastos de Ciaño. | D. O.

David Orihuela

David Orihuela

Langreo

Ricardo Torres está al frente de la plaza de abastos de Ciaño, en Langreo, desde hace más de 20 años, nunca ha pasado tanto frío como este invierno y teme que ocurra lo mismo con el calor del verano. Porque desde el pasado mes de octubre, la puerta de cristal que da acceso al recinto comercial no funciona y permanece abierta. "Hemos pasado mucho frío y estos primeros días de calor vemos que están entrando moscas", explica el tendero.

La plaza es de titularidad municipal y, por tanto, el Ayuntamiento de Langreo debería hacerse cargo de la reparación. El gerente del mercado lleva meses de conversaciones con concejales, técnicos y responsables de servicios municipales, pero hasta este martes por allí no apareció nadie. Dos operarios se afanaban ayer en intentar arreglar la puerta, "aunque no tengo nada claro que lo vayan a lograr", aseguraba Torres.

El presupuesto de reparación de la puerta de cristal, dotada con un sistema de apertura automática que se ha estropeado con el tiempo, no llega a los 3.000 euros. Cuando el comerciante fue al Ayuntamiento el pasado mes de octubre le dijeron "que no había dinero, que había que esperar a que se aprobase el presupuesto". Torres llegó a proponer pagarlo de su bolsillo y que el Ayuntamiento se lo descontase de la tasa mensual que paga por la concesión de la plaza. Pero o hubo manera.

"Menos mal que lo van a arreglar porque ya estaba buscando otro sitio para ir a hacer la compra, aquí moríamos de frío", le dice una clienta a Torres al ver a los operarios municipales. La afirmación es medio en broma pero deja ese regusto de no estar ofreciendo lo que los clientes se merecen.

El gerente de la plaza de abastos de Ciaño pide además al Ayuntamiento que se preocupe un poco más del mantenimiento. "Pagamos lo mismo que en la plaza de abastos de La Felguera y aquí vienen a limpiar los baños una vez a la semana, y no todas". Las esquinas interiores del techo están llenas de telas de araña. Son los propios empleados los que se encargan de limpiar todos los días la plaza, pero hay zonas a las que les resulta imposible acceder.

En la plaza trabajan seis personas y hay tres puestos; Torres tiene la titularidad de todos y pide "un poco más de atención". Lo de la puerta ha sido la gota que colmó el vaso. Frío, moscas y miedo a que entren animales o algo peor, algún ladrón que corte la cadena con la que cierran el portón exterior.

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