Encapuchados, a mazazos y en menos de tres minutos: así fue el robo exprés de madrugada en este bar de las Cuencas

Dos encapuchados acceden al local y se llevan unos 600 euros del cambio y la tragaperras

Encapuchados, a mazazos y en menos de tres minutos: así fue el robo exprés de madrugada en este bar de las Cuencas

A. Velasco / A. Domínguez

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Mieres del Camino

El botín apenas superó los 600 euros. Pero el destrozo y el susto no se lo va a quitar nadie al propietario del bar La Fontana, de Mieres. Dos encapuchados accedieron de madrugada a mazazos en su local y en menos de tres minutos arramplaron con lo que pudieron. Al menos, le quedan dos consuelos: no se llevaron nada de la caja registradora ni el bote de propinas.

El robo se produjo exactamente a las 3:54 de la madrugada, tal y como se aprecia en las grabaciones de la cámara de seguridad del local que ha podido visionar este diario. En ese momento, dos hombres rompen a mazazos la puerta del bar La Fontana, ubicado en la céntrica calle Jerónimo Ibrán. Un cristal, por cierto, semiblindado, que les costó destrozar. Cuando lo consiguieron, entraron por el agujero y se llevaron las monedas del cambio que el propietario tenía en un "office", algo más de 600 euros, y reventaron parte de la máquina tragaperras, en la que apenas habría unos 40 euros. El robo fue fugaz, ya que en apenas tres minutos, a las 3:57 horas, las cámaras ya filman a los policías entrando en el bar. Ya no había nadie.

El agujero que hicieron los ladrones en la puerta del local.

El agujero que hicieron los ladrones en la puerta del local. / A. Velasco

"Fue más el destrozo y la cantidad de vueltas que tienes que dar que el robo en sí", apunta Jonathan Villa, propietario del local. Fue a las siete de la mañana cuando se enteró de lo que había sucedido en su local, al ver las llamadas perdidas en su teléfono. Agentes de la unidad científica de la Policía Nacional acudieron al lugar para recoger pruebas y tomar huellas para iniciar las investigaciones para dar con los autores del robo.

La calle Jerónimo Ibrán de Mieres es uno de los ejes hosteleros del concejo, con más de una decena de establecimientos en los alrededores. Los cacos solo actuaron en el de Jonathan Villa, que durante toda la mañana, además de gestiones con Policía y seguros, también atendía a los numerosos clientes y amigos que se acercaban a preguntarle por lo sucedido. Pese al susto y las molestias, entre la plantilla aún quedaba algo de espacio para el humor: "Al menos no se llevaron el bote de las propinas", deslizaba uno de los camareros.

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