Este es el primer concejo de Asturias que identificará las cacas de perro por su ADN para multar a los dueños irresponsables

El alcalde de Aller anuncia una medida única en el Principado pero que ya se aplica en 78 ayuntamientos de toda España

Ilustración de un can en plena deposición.

Ilustración de un can en plena deposición. / Pablo García

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Cabañaquinta

Seguro que en alguna ocasión, de paseo por la calle, en el mejor de los casos, se ha visto obligado a esquivar un excremento canino. En el peor, es probable que se haya visto damnificado por la dejadez de algunos dueños de mascotas, que optan por incumplir la ley y no recoger las deposiciones de sus perros, ensuciando las calles. Pues en Aller quieren acabar con esta lacra, y para ello van a poner en marcha un proyecto pionero en Asturias, pero que ya se desarrolla en 78 municipios en España: la recogida de ADN de los perros para identificar a quienes dejen los excrementos de sus mascotas por las calles. Medidas que la policía usa contra los cacos, pero que en Aller también se usará contra las cacas.

El alcalde allerano, Juan Carlos Iglesias, se mostró preocupado por la proliferación de excrementos caninos por todo el concejo, algo que ya viene ocurriendo con asiduidad en otros municipios, como Mieres y Langreo. "Desde hace algún tiempo estamos viendo las calles muy sucias por este motivo, y pensamos que es el momento de ponerle remedio", señaló el Alcalde. Y el remedio pasa por tocar el bolsillo de quienes incumplen la normativa. "Ante la imposibilidad de detectar 'in fraganti' a los que incumplen, tenemos que actuar", apuntó Iglesias.

La solución pasa por elaborar un registro de ADN de los perros. "Se trata de una prueba que cuesta unos 40 euros, y que incluso nos estamos planteando subvencionar en parte", señaló el regidor. Sería una medida de identificación del animal y de sus dueños, tal y como sucede con el chip que ya es obligatorio colocar. El primer paso que ya se ha dado es presentar un informe ante la Intervención municipal para que dé el visto bueno a esa posibilidad de pagar o subvencionar los análisis genéticos de cada animal. "Lo que daremos será un plazo para que los vecinos puedan hacer la analítica y registrar el ADN del perro, y en ese tiempo es donde tenemos pensado bonificar la prueba", dijo Iglesias.

Normativa

La puesta en marcha de este pionero sistema en Asturias, que ya se usa en casi 80 poblaciones españolas (la mayoría en Cataluña y la Comunidad Valenciana), conlleva también cambios en la normativa. "Tendremos que modificar las ordenanzas para que sea obligatorio tener que registrar el ADN de los perros", explicó Juan Carlos Iglesias. No solo para eso, sino que también se adecuarán las sanciones para tratar de concienciar a los vecinos que comportarse de una manera incívica tendrá consecuencias para el bolsillo. Así, la previsión es que las multas vayan de los 750 euros a los 1.500 euros. "Al final, solo nos ponemos las pilas cuando nos tocan el bolsillo", lamentó el regidor.

Este registro de ADN canino servirá también para otras acciones. "Será útil también para encontrar a dueños de animales extraviados, o para detectar si se han abandonado una camada de perros e identificar a los responsables", señaló Juan Carlos Iglesias. "Pensamos que es una forma de atajar un problema que se estaba haciendo cada vez más evidente, y que por la población que tenemos puede seguir aumentando", indicó el regidor.

Aunque no hay una cifra oficial de perros censados a través de chip en el Ayuntamiento de Aller, el Alcalde explicó que los cálculos por los que se rigen son los que les han puesto sobre la mesa determinados expertos, y que supondría que la población canina es de un 8% del total de la población del concejo. Teniendo en cuenta que Aller tiene unos 10.000 habitantes, habría unos 800 perros en el municipio que se tendrían que someter a las pruebas de ADN. "Tenemos claro que esta es la solución adecuada, y así la desarrollaremos", valoró Juan Carlos Iglesias.

Tracking Pixel Contents