La estética es un grado al emprender: el IES Batán estimula el espíritu empresarial

El instituto mierense anima a sus alumnas de Imagen Personal a trabajar en proyectos propios

Por la izquierda,  José Antonio Vega (Valnalón), Patri Fernández y Laura Valles, ayer, en el IES El Batán.  | D. M.

Por la izquierda, José Antonio Vega (Valnalón), Patri Fernández y Laura Valles, ayer, en el IES El Batán. | D. M.

Mieres del Camino

Las mujeres son minoría en la Formación Profesional. Las alumnas en FP básica no llegaron el curso pasado en España al 30 por ciento, aunque su matriculación aumenta posteriormente, con 45 por ciento en el grado medio y casi un 49 en el grado superior. Su presencia se deja notar especialmente en determinadas familias profesionales, como Imagen Personal o Gestión y Sanidad. El Instituto El Batán de Mieres es de los centros en los que se intenta no solo formar a los estudiantes, sino también fomentar vocaciones emprendedoras. Para ello, el profesorado organizó ayer la I Jornada de Imagen Personal y Empleabilidad. El encuentro contó con la colaboración de Valnalón, que el año pasado apoyó la creación de 35 nuevas empresas (25 de ellas salidas del semillero) y respaldó a otras 16 en consolidación.

Varias profesionales pasaron por el instituto para compartir sus experiencias profesionales con los estudiantes, en su mayor parte alumnas de Imagen Personal. Entre las participantes estuvo Laura Valles, exalumna del instituto y buena conocedora de la ayuda que presta Valnalón. "A lo hora de poner en marcha un proyecto empresarial es importante contar con asesoramiento, tanto en el proceso de planificación como en el desarrollo posterior. Hay que tener en cuenta que lo normal es tener que estar reinventándote permanentemente, haciendo frente a diferentes ciclos", señala esta joven emprendedora natural de Santa Rosa (Mieres). "El proyecto tiene que ir adaptándose a lo que funciona y desechando lo que no aporta", remarca.

Laura Valles ha centrado su creatividad en el campo de las uñas postizas reutilizables, que ella misma diseña y elabora con materiales de calidad. La profesora Paz F. Devera fue clave para que decidiera iniciar su aventura empresarial (Luulú Lemoni). "Hice el curso de redes sociales porque era muy tímida al principio, pero hoy me desenvuelvo con mucha naturalidad y me encanta", explica. Además de diseñar uñas, también imparte cursos de decoración y todo tipo de trabajo de manicura relacionada con su especialidad: "He tenido mucho éxito en zonas como Latinoamérica".

Patri Fernández tiene solo 24 años y desde hace cuatro está al frente de una peluquería en Villayón. Pronto abrirá un nuevo establecimiento en Navia. "Es muy importante poder dedicarte a algo que te guste". En su caso, está encantada de poder trabajar en un entorno rural, aunque subraya las dificultades añadidas que ello implica, empezando por la formación: "Cuando estudiaba el traslado para asistir a clase en Oviedo me llevaba tres horas de autobús". Ya asentada, percibe que el esfuerzo por prestar servicios de calidad en los pueblos no está en ocasiones lo suficientemente valorado. "La cultura rural estima que en el pueblo todo debe ser más barato, sin tener en cuenta por ejemplo que los productos salen más caros debido al transporte. Si quieres avanzar tienes que superar esa barrera".

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