Félix Granda Buylla, el artista lenense preferido en el Vaticano, creador del cáliz utilizado por León XIV en la Capilla Sixtina

"Lo vimos y nos dio un vuelco el corazón", dice la conservadora del taller que fundó un asturiano en 1891

Boceto del cáliz utilizado en su primera misa por el Papa León XIV.

Boceto del cáliz utilizado en su primera misa por el Papa León XIV. / CEDIDA POR "TALLERES DE ARTE GRANDA"

David Orihuela

David Orihuela

Lena

A los responsables de Talleres de Arte Granda les dio "un vuelco el corazón" cuando vieron que el Papa León XIV, en su primera misa como Sumo Pontífice, en la capilla Sixtina, utilizaba un cáliz salido de su taller. Lo resume así Francisca Soto, responsable del departamento de conservación y restauración de Talleres de Arte Granda. Lo que no saben, "ya nos gustaría", es cómo llegó esa pieza al Vaticano, pero celebran que "entre todos los que puede haber en la sacristía del Vaticano, que son piezas preciosas, es un honor que León XIV eligiese el nuestro". Lo que sí saben es que el cáliz lleva años en el Vaticano, "en el archivo tenemos una foto de la misa de Navidad de 1964 en la que Pablo VI lo utilizó".

Los responsables de la empresa madrileña han estado rastreando la obra y la han datado entre 1926 y 1936, justo antes de la Guerra Civil, una etapa en la que al frente de la compañía estaba aún su fundador, el lenense Félix Granda Buylla, que contaba también con la estrecha colaboración de su hermana Cándida. Así que "no sabemos si el diseño original puede ser de Don Félix o de su hermana", explica Soto. Lo que sí asegura es que el lenense "era un gran artista y se rodeó de otros grandes artistas, como su propia hermana". En los archivos de "Talleres de Arte Granda" se conserva aún el boceto original del cáliz, dibujado a mano.

La pieza utilizada en esa "misa pro ecclesia" que cierra el cónclave de elección del Papa, "tiene una calidad fantástica", subraya la responsable de conservación y restauración, que describe "un cáliz de plata dorada, tallado y cincelado, con un esmalte de gran calidad y decorado con marfil, que es algo único, está tallado directamente sobre el marfil, algo que ahora lógicamente no se utiliza". Los esmaltes también están documentados, "son obra de una persona que trabajó aquí, Germán Gil Losilla, y son de gran calidad".

Boceto del cáliz utilizado en su primera misa por el Papa León XIV. | CEDIDA POR «TALLERES DE ARTE GRANDA»

Boceto del cáliz utilizado en su primera misa por el Papa León XIV. / CEDIDA POR "TALLERES DE ARTE GRANDA"

Félix Granda Buylla, don Félix, como se siguen refiriendo a él en la empresa, nació en Pola de Lena el 21 de febrero 1868. Fue el primer hijo de los seis que tuvo el matrimonio formado por Wenceslao Granda, médico de la capital lenense, y Elvira Buylla. A los diez años ingresó en el seminario de Oviedo, donde comenzó a pintar y dibujar, una cualidad que mejoraría sensiblemente en la "Colonia artística" de Muros del Nalón, en la que también estuvo Joaquín Sorolla.

En 1891, Félix Granda es ordenado sacerdote y se traslada a Madrid acompañando al obispo José María de Cos. El asturiano desarrolla en la capital su actividad parroquial pero ese mismo año abre su pequeña empresa, Talleres de Arte, en la calle Fernando el Santo.

El historiador Ernesto Burgos, colaborador de LA NUUEVA ESPAÑA, explica que "cuando entró el nuevo siglo ya trabajaban para él más de 200 artesanos creando todo tipo de ornamentos e imaginería para los templos católicos". El volumen de trabajo era ya tan alto que en 1903 la empresa se trasladó al entonces Hotel de las Rosas, en lo que hoy es Nuevos Ministerios.

Mazas de plata

Es imposible detallar las miles de piezas de importancia que llevan la firma del lenense, pero por citar algunas, Burgos hace referencia a las que tienen especial relevancia en Asturias como las dos parejas de mazas de plata de la Junta General del Principado, realizadas en 1925 por su empresa; el tríptico y las coronas de la Virgen y el niño de Covadonga; la urna de San Pelayo y el retablo de San Juan El Real en Oviedo; la lámpara votiva de la parroquial de Pravia y el mobiliario interior de la iglesia medieval de Santo Tomás de Canterbury en Avilés.

Félix Granda Buylla murió en Madrid el 23 de febrero de 1954 pero la relación de "Talleres de Arte Granda" con Asturias perduró. Tan es así que Francisca Soto y su equipo fueron los responsables de la restauración del Arca Santa de la Catedral de Oviedo en 2017. La experta recuerda aquel trabajo con cariño aquel trabajo, "además era muy especial para nosotros porque Don Félix era asturiano". Para Soto fue "una experiencia impresionante, un trabajo precioso por tratarse de una pieza muy singular".

De este modo se cierra por ahora el círculo de la relación del nuevo Papa con el asturiano Félix Granda aunque el cáliz no es la única pieza de la firma que hay en el Vaticano. El cardenal Giovanni Battista Re ofició el pasado 26 de abril el funeral por el Papa Francisco revestido con una casulla de los talleres. Fue la misma que ya habían utilizado Benedicto XVI, siendo aún cardenal, y Juan Pablo II.

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