Eduardo Sánchez Gatell desgranó en Ciaño los primeros pasos de ETA

La Casa de la Buelga acogió la presentación del libro "El huevo de la serpiente"

Por la izquierda, Isabel Rivera, Eduardo Sánchez Gatell y Francisco Ortega.

Por la izquierda, Isabel Rivera, Eduardo Sánchez Gatell y Francisco Ortega. / LNE

F. Ortega

Langreo

La Casa de la Buelga, en Ciaño, acogió la presentación del libro "El huevo de la serpiente", de Eduardo Sánchez Gatell. La actividad supuso el final de la temporada de actos de la Asociación Cauce del Nalón.

Participaron en la presentación la Presidenta de la Asociación Cauce del Nalón, Isabel Rivera; Francisco Ortega, encargado de presentar al autor; Teresa Ortega, directora de la editorial del libro, Betagarri Liburuak; y el propio autor.

En primer lugar, tomó la palabra Rivera, que glosó la figura de Eduardo Sánchez Gatell, de profesión psicólogo clínico, con cuarenta años de recorrido en la sanidad pública. Proveniente de una familia de izquierdas antifranquista comenzó su actividad política a los 14 años en el movimiento estudiantil. Perteneció al grupúsculo que intervino en los hechos. Ingresó en el PCE en 1977 y posteriormente en Izquierda Unida hasta 1998. Luego en el PSOE en el 2000 hasta la actualidad. Fue diputado por dicho partido en la Asamblea de Madrid.

En el libro se relata el terrible atentado con bomba en la cafetería Orlando de la calle del Correo en Madrid, el 13 de septiembre de 1974, con el resultado de 13 muertos y más de 80 heridos, buscando asesinar al mayor número de policías. Perpetrado por ETA V Asamblea, que poco después se escindió en dos, continuando la estela de barbarie, la rama denominada ETA militar hasta su disolución por derrota en octubre del 2011. De ahí el nombre del huevo de la serpiente. Contó con la colaboración ideológica y apoyo logístico del grupúsculo de Alfonso Sastre y Eva Forest, partidarios del cuanto peor mejor para provocar la respuesta del régimen y abortar el tímido inicio del proceso hacia la normalización democrática del país.

Francisco Ortega inició su intervención señalando que el final de la dictadura y los inicios de la Transición no fueron un periodo fácil y estuvo pleno de violencia. El libro es de  lectura amena, honesta y conmovedora, imprescindible para construir la verdadera memoria histórica de nuestro pasado más reciente.

Sánchez Gatell se centró en el problema de la violencia política. Cómo quedó aterrorizado ante el bárbaro atentado de aquel comando de ETA. El libro no es solo un testimonio de los errores propios, de juventud, los peligros del adoctrinamiento y radicalización, y por supuesto el ambiente de represión franquista que se vivía y el drama carcelario que supuso su detención. Así, su relato es una vacuna contra el fanatismo y el adoctrinamiento y una advertencia ante la violencia.

La asistencia fue nutrida con una participación activa que originó un coloquio vivo y de nivel. Cerró el acto la presidenta de la Asociación Cauce del Nalón, Isabel Rivera, clausurando el curso del que hizo un encendido elogio por sus interesantes actividades culturales, artísticas y políticas, y despidiéndose hasta septiembre, mes en que se iniciará el nuevo curso 2025/2026.

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