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Rafael Carramal, exjefe de la Policía Local de Mieres recién jubilado: "Se ha perdido el respeto al uniforme, ante las gente aceptaba lo que les decías y ahora casi tienes que salir corriendo tú"

"Mieres es una ciudad muy segura, tenemos una gran Policía Local que trabaja por todos los vecinos"

Rafael Carramal, ex jefe de la Policía Local de Mieres.

Rafael Carramal, ex jefe de la Policía Local de Mieres. / A. Velasco / LNE

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Mieres del Camino

Tras 40 años en la Policía Local de Mieres, y la última década como jefe, Rafael Carramal ha colgado el uniforme. Ha sido de una forma más o menos inesperada, ya que había hablado con el Ayuntamiento la posibilidad de continuar pese a haber cumplido los 65 años. Deja Mieres como "una ciudad segura", y deja un mensaje a los vecinos: "Tienen una gran Policía Local, a veces no llegamos a todo, pero la implicación en servir al ciudadano es absoluta".

-Hace menos de un mes que se jubiló. ¿Se ha adaptado ya?

-Sinceramente no, fue algo imprevisto porque no estaba programado para ahora, era para más o menos dentro de nueve meses o un año. Entonces como me pilló de sorpresa, pues no me dio tiempo a asimilarlo. Las dos primeras semanas, lo que hice fue pasar por todos los sitios donde debía para despedirme.

-¿A qué se debe el adelanto en su fecha de jubilación?

-El equipo de gobierno y yo habíamos hablado en febrero. Sabían que yo cumplía la edad y me preguntaron si me interesaba continuar. Yo les dije que un año sí. Pedimos informes jurídicos a ver si era posible, porque si tienes 65 años, y no tienes ningún problema, pues puedes continuar hasta los 67 años. Los informes eran favorables, y en el mes de junio solicité prorrogar un año la estancia siendo funcionario. Sin embargo, al final por problemas burocráticos, pues no pudo ser, y cuando contaba con quedarme un año más, pues me comunicaron la jubilación.

-Lleva toda una vida en la Policía Local. ¿Siempre fue así?

-No, antes de eso estuve trabajando en una obra de una empresa de construcción en Gijón, trabajaba en la térmica.

-¿Qué le llevó a iniciar su carrera?

-Pues al acabar el instituto, me matriculé en la Universidad para hacer Industriales. Hice el primero año, no aprobé todas las asignaturas y tenía que repetir, y fue justo cuando marché a la mili. A la vuelta, después de 15 meses, pues quieres independizarte, vivir tu vida. Pero cuando vas a acceder al mercado laboral ves que los contratos son por tres meses, y cosas así. En aquel momento surgió la opción de las oposiciones a la Policía Local, vi que podía llegar, y me puse a ello.

-Lleva 40 años en Mieres.

-Me presenté en varios sitios a la oposición. De hecho la saqué en Aller y en Langreo también. Había aprobado, pero no tenía plaza, así que a Mieres llegué el 2 de enero de 1986.

-¿Cómo era el Mieres al que llegó y el Mieres que deja?

-Bueno, pues, en ciertas cosas se dan las mismas circunstancias aunque han cambiado también muchas. Entonces había muchas protestas mineras que ahora no hay, y la gente tenía también más respeto al uniforme. El respeto y educación en la calle se perdió totalmente. Antes, le decías algo a alguien y más o menos lo podías entender, podías discutir, pero lo aceptaban. Si ahora tienes que reprender a alguien por cualquier cosa parece que te quieren comer. Se ha perdido ese respeto.

-¿Considera que Mieres es una ciudad segura?

-Para mí, Mieres es una ciudad supersegura. No somos diferentes de ningún otro sitio de España. Tenemos nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas. Pero, en general, es una ciudad muy segura. Tú puedes salir por la calle a cualquier hora del día o de la noche y, en general, no tienes ningún tipo de problema. ¿Hay hechos puntuales? Sí, la droga está presente. En momentos concretos, sí. En los 80 o en los 90 era la heroína y ahora es la dichosa cocaína.

-La Policía Local es un cuerpo que siempre suele estar en el punto de mirada de los vecinos. ¿Cómo reciben esa crítica?

-Nosotros, hagamos lo que hagamos, vamos a tener la cruz ahí de las denuncias en la calle. No obstante, yo entiendo que también las personas valoran los trabajos que realizan. Ahora mismo, se hacen muchos servicios asistenciales, es raro que no haya uno o dos al día. Esa labor que no se ve, de cuando llama una persona, generalmente mayor y con poca movilidad, que se ha caído, ahí es la Policía Local la que actúa en primera instancia.

Entrevista Rafael Carramal ex jefe de la Policía Local de Mieres

Rafael Carramal, con la inspección de la Policía Local a su espalda. / A. Velasco

-Además de la Policía Local, cuenta con Policía Nacional y Guardia Civil. ¿Cómo es la relación entre los tres cuerpos?

-Tenemos una estupenda relación, y no es que yo lo diga. La hemos tenido siempre. Tanto con la Policía Nacional como con la Guardia Civil.

-¿Qué carencias ve en la Policía Local?

-En los últimos años, es verdad que el Ayuntamiento, el equipo de gobierno en este caso, avanzó muchísimo en cuanto a medios técnicos y el parque móvil. No obstante, una de las mayores deficiencias que tenemos son las instalaciones. Estamos en los bajos de los juzgados y eso no es lo idóneo. Se llegaron a plantear varias soluciones, pero seguimos ahí. En cuanto a medios, para este año está previsto también adquirir dos coches nuevos y cambiar las motocicletas. Pero la principal carencia a día de hoy es el personal, se necesitan cubrir todas las plazas de agentes, porque también en los próximos dos años se jubilará mucha gente y es necesario que se cubran.

-¿Cuál es la intervención más complicada que recuerda?

-Recuerdo cuando el Ayuntamiento despidió hace unos años a dos o tres trabajadores, y tuvimos que intervenir varias veces en Plenos muy tensos. Y cuando estaba empezando, las protestas mineras estaban en auge. Yo vengo de familia minera, y vivía en el barrio de Vega de Arriba, junto al pozo Barredo. A veces teníamos que intervenir y los que tenías en frente eran tus vecinos y tus amigos.

-¿Alguna anécdota en estos 40 años?

-Bueno, hay varias. Recuerdo una de un compañero que había dejado la moto para una intervención en La Rebollada, y cuando acabó se fue andando porque se le olvidó la moto. O cuando un hombre intentó entrar a caballo por la puerta principal del Ayuntamiento. Hay muchas anécdotas que sería imposible resumir.

-Después de diez años al frente de la Policía Local y otros 30 como compañero, ¿qué mensaje deja a los que quedan?

-Yo lo único que les puedo decir es que se cuiden, que tengan cuidado, que la calle cada día es más complicada y que miren por los ciudadanos, pero que también que se cuiden ellos.

-¿Y a los vecinos?

A los vecinos, que tienen una gran Policía Local, que creo que Mieres es una ciudad segura y que estamos trabajando por ellos. No sé si llegamos a todo lo que ellos demandan y yo a veces veo críticas puntuales, pero tienen que entender que damos el mejor servicio posible con los medios que tenemos.

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