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Retrasos y viajeros que "se quedan en tierra": los conductores de la línea de autobús urbano del Nalón piden más frecuencias ante la "masificación" del servicio

Los representantes de los trabajadores también se quejan de la supresión del cuarto para conductores que había en Laviana para que los empleados usaran el aseo al final de los viajes

Colas para acceder al autobús urbano, este lunes en Sama.

Colas para acceder al autobús urbano, este lunes en Sama. / M. Á. G.

Miguel Á. Gutiérrez

Langreo

Los trabajadores de Autobuses de Langreo (empresa integrada desde 2020 en el Grupo San Juan), que cubre la ruta entre Riaño y Pola de Laviana, han mostrado su malestar por los problemas derivados del cambio de itinerario en la Pola, con la entrada en servicio del nuevo intercambiador. Esta modificación, con más paradas, implica, según los representantes de la plantilla un funcionamiento "circular" de la ruta, que impide a los trabajadores tener unos minutos al final del trayecto para realizar sus necesidades. También reclaman un aumento de frecuencias de paso ante la "masificación" de viajeros.

Esta "masificación", unida al incremento de las paradas, está generando retrasos en las horas de paso de los autobuses y que "algunos viajeros incluso lleguen a quedarse en tierra", lo que ha ha provocado episodios de tensas críticas de algunos usuarios a los conductores, "que no tienen culpa de lo que están pasando",

Los representantes de los trabajadores detalla esta situación en un escrito remitido a la empresa. En su exposición, señalan que la entrada en vigor el nuevo trazado de la línea Z-130, el pasado 13 de octubre, "conlleva una serie de daños colaterales" para viajeros y conductores de la línea.

Entre otros efectos negativos, citan "la supresión en la cabecera de la línea en Pola de Laviana del cuarto para conductores, con más de 20 años de uso, en el que los trabajadores de la línea disponían de un espacio adecuado, tanto para descansar entre servicio y servicio, como para hacer uso del baño".

También aluden al "aumento innecesario de tiempo para realizar el trayecto Villa-Laviana, pasando de 48 minutos a 55 minutos, lo cual, supone la supresión del tiempo necesario para hacer nuestras necesidades fisiológicas entre el final de un servicio y el comienzo del siguiente".

En opinión de los representantes de la plantilla, el "aumento constante de viajeros en esta línea, así como el aumento de las paradas, sin que haya aumento de frecuencia de autobuses, hace que los trayectos estén masificados, con el correspondiente malestar entre los usuarios del servicio, malestar que hace que se condene, con mayor o menor educación, al conductor".

Medidas

Aseguran, además, en el escrito que "no estamos dispuestos a dejar de hacer uso de un espacio en la cabecera de Pola de Laviana, con más de 20 años de antigüedad" y reclaman que "se tomen las medidas necesarias para aumentar la frecuencia de servicios, ya que la frecuencia actual, es claramente insuficiente para el volumen de viajeros de la línea. Esperamos una pronta respuesta y se tomen las medidas oportunas para subsanar estos problemas".

Los representantes de los trabajadores detallaron que la frecuencia de paso de los autobuses, de lunes a viernes, pasó de ser de 15 a 20 minutos "con la pandemia y después ya no se recuperaron los horarios originales". "Y también hay más paradas. Por ejemplo, en Laviana se ha pasado de tres a ocho, cogiendo viajeros de forma constante porque la ruta es circular".

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