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La brecha no se cierra en la FP industrial: solo 11 mujeres entre los 305 estudiantes del centro de formación de Langreo

Las estudiantes instan a romper estereotipos: "Las herramientas no tienen género"

Por la izquierda, Bárbara Domínguez, Irene Velasco, Lucía Castellanos, Montse Zapico, Paula Fernández, Salma Aissoui y Claudia Estévez. | M. Á. G.

Por la izquierda, Bárbara Domínguez, Irene Velasco, Lucía Castellanos, Montse Zapico, Paula Fernández, Salma Aissoui y Claudia Estévez. | M. Á. G.

Langreo

Ocho de cada diez alumnos del centro de FP de Mantenimiento y Servicios a la Producción de Langreo encuentran trabajo al acabar sus estudios. Un elevado índice de inserción laboral del que, sin embargo, se benefician muy pocas mujeres. En este centro, al igual que en el conjunto de la FP industrial, la presencia femenina sigue siendo escasa. Solo once de los 305 estudiantes que acuden a formación presencial al centro langreano (un 3,6 por ciento) son alumnas.

Cuatro mujeres (tres estudiantes y una docente) analizan las causas. La falta de difusión de este tipo de titulaciones, la insuficiente orientación laboral previa, la visión estereotipada de esta rama profesional y la pervivencia de comportamientos machistas y paternalistas son algunos de los factores que ponen sobre la mesa.

Bárbara Domínguez, alumna del ciclo de grado medio de Producción de Calor

Esta langreana de 38 años, madre un chaval de 15, llegó a la FP después de haber trabajado durante toda su vida en la hostelería y como pescadera. "La cosa se estaba complicando en esos sectores y también tenía ganas de un cambio y de mejorar en la vida. Siempre me llamó mucho la atención la rama de fontanería, de instalaciones de placas solares y todo eso; y la satisfacción de hacer que las cosas funciones. Cogí el semipresencial porque el primer año trabajaba a la vez que estudiaba, pero este año ya no estoy trabajando y puedo dedicarme plenamente a formarme".

Sobre la escasa presencia femenina, esta langreana sostiene que "las herramientas no tienen género, puede hacerlo cualquiera que tenga un poco de interés. Creo sinceramente que el día que deje de parecer extraño que haya mujeres formándose en estos empleos habremos conseguido algo como sociedad. Igual que hay hombres en trabajos que se consideran feminizados. Debe normalizarse".

Quizá el próximo año esta joven comparta centro de estudios con su hijo, que "tiene intención de venir a estudiar aquí, aunque a él le gustaría hacer soldadura y calderería. Mi idea es ponerme a trabajar en cuanto acabe, aunque también podría hacer el curso superior, así que no se sabe".

Claudia Estévez, alumna del ciclo de grado superior de Mantenimiento de Sistemas Térmicos

Esta joven de 25 años llegó a Langreo desde Cuenca para cursar una titulación que se imparte poco en España. "Guadalajara era otra opción, pero me quedaba a hora y media de viaje. Así que me vine a Asturias, que es más bonito", relata con humor. En su ciclo, "nos formamos en temas de mantenimiento térmico y de fluidos: frío, calor, clima, aires acondicionados, calderas... También vemos algo de energías renovables, geotermia, aerotermia y solar térmica. A mí me parece muy chulo. Me gusta arreglar cosas y es un trabajo que puedo hacer de forma autónoma y en cualquier parte del mundo. En todas partes necesitan alguien que arregle tuberías".

Estévez argumenta que hay "muy poca oferta de estudios" de su rama en España, con los que "también hay muy poca oferta de profesionales". Y apenas hay mujeres entre ellos. "Por lo visto, en mi ciclo soy la segunda chica en los últimos 12 años. Es un sector en el que sueltan a veces unas machistadas que dices... ¡madre mía! Joyitas que vas oyendo y que si las puedes ignorar, guay, pero yo tengo amigas que no podrían". Añade que "no siento una discriminación hacia mi trabajo", pero sí comentarios paternalistas del tipo "ay, no sabes, espera que te enseño. Pero sí que sé".

Irene Velasco, alumna del ciclo superior de Mecatrónica

Esta vecina de Oviedo de 18 años cree que la baja presencia femenina en la FP industrial viene "un poco por ambas partes. Hay muchas chicas que piensan que esto es mucho de fuerza, que voy a tener que cargar mucho peso y tal. Y que mejor se meten en una carrera. Y luego supongo que también hay algo de rechazo porque sigues escuchando algún comentario machista". Y añade: "Hay mucha gente que eso no puede dejarlo a un lado y centrarse en que luego tienes en clase unos compañeros que sí que te ayudan, que están contigo y que te toman como una más; no como alguien inferior o que haya que explicarle algo".

Esta joven siempre tuvo "muy claro que no quería hacer bachillerato" y que su futuro estaba en la FP. Su padre estudió electricidad y trabaja con la electromecánica de coches. Y desde pequeña, cuando le veía reparar cosas en casa, le ayudaba. Llegó a Langreo tras tener conocimiento del centro a través de una feria de la FP. Ya ha cursado el ciclo de grado medio de mantenimiento electromecánico y ahora estudia el de mecatrónica.

Valora mucho la alta inserción laboral de su rama profesional. "Este centro lo facilita mucho y hay mucha demanda laboral. Conozco casos de gente que ha podido elegir entre un trabajo u otro porque les llueven ofertas, porque son buenos trabajadores o simplemente por la demanda que hay, que es bastante alta. Y más si tienes un poco de idea que es lo que suelen buscar".

Montse Zapico, jefa de estudios adjunta del centro de FP de Mantenimiento de Langreo

Esta docente explica que "hay ciclos con cursos en que no tenemos ninguna mujer". "No sé si es inseguridad por ese tipo de titulaciones o que creen que el mercado aún no está preparado para la incorporación, cosa que no es cierta, porque nosotros hablamos con las empresas y realmente también demandan chicas". Y añade: "Quizá la orientación facilitada en Secundaria no es suficiente. Y quizá necesitemos un poco más de visibilidad de estos ciclos".

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