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Fallece Eduardo del Álamo, delantero de los años dorados del UP Langreo y vecino de El Entrego

De origen madrileño, llegó en los años 60 al valle del Nalón a jugar a fútbol y echó raíces en la comarca

Del Álamo, con una gaita, junto a su amigo Antón Saavedra.

Del Álamo, con una gaita, junto a su amigo Antón Saavedra. / LNE

L. Díaz

El Entrego

Dolor en el valle del Nalón por la muerte, a los 81 años, de Eduardo del Álamo María, que fue delantero del UP Langreo en sus años dorados en Segunda División en los años sesenta y setenta. Del Álamo deja mujer, Orfelina Fernández, dos hijos y dos nietas. Tras dejar el fútbol abrió en El Entrego la Carnicería del Álamo. Residía en la localidad de Polaúra (San Martín del Rey Aurelio).

El periplo vital de Eduardo del Álamo no fue el convencional. Si lo más común es nacer en un sitio pequeño e ir a trabajar al lugar grande, una ciudad como Madrid, él hizo lo contrario. Nacido el 5 de enero de 1944 en Madrid, desde chaval destacó como futbolista. Siendo un adolescente jugaba en el Puerta Bonita, de ahí dio el salto al Juvenil A del Real Madrid.

Tras dejar la cantera blanca, comenzó un periplo por varios equipos de Tercera y Segunda División. Jugó en el Aranjuez (Madrid), Plasencia (Extremadura), Ontiyent (Valencia) y en el Albacete, antes de recalar en 1965 en el UP Langreo, equipo de una pujante ciudad industrial y minera asturiana, con más de 60.000 habitantes por aquel entonces. Al año siguiente volvió a Madrid, al Rayo Vallecano en Segunda División, pero su corazón ya había quedado tocado por la cuenca minera asturiana.

Así, en la campaña 67-68 retornó al UP Langreo, donde jugó algunas de las temporadas más gloriosas de la historia del equipo en Segunda División. Hombre "bueno, afable, muy comediante", como lo definen sus amigos, el valle del Nalón se convirtió en su casa, se ganó el cariño de la afición... y también el de una joven de El Entrego que trabajaba como carnicera, Orfelina Fernández. Acabó casándose con ella.

En 1974 dejó el Langreo y jugó en el CD Turón. Cerró su periplo como futbolista, pero su periplo vital continuó en las Cuencas. Junto a su esposa montó un negocio, la Carnicería del Álamo, en la calle Ramón y Cajal de El Entrego. Tuvo a sus dos hijos, sus nietos, "y muchos amigos".

La capilla ardiente se encuentra en el tanatorio de Langreo, en la sala número 14. Este domingo 2 de noviembre, a las 17.30 horas, trasladarán sus restos hasta el tanatorio de La Florida, donde será incinerado. El funeral de despedida tendrá lugar el lunes 3 de noviembre, a las 15.00 horas, en la iglesia de San Andrés en El Entrego.

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