Podemos sabe hacer asambleas, pero le faltan muchas lecciones para organizar un partido político. Huyendo del bipartidismo, de las viejas formas y vicios de la "casta", han cometido sus mismos errores. Pueden ser pecados de juventud, ingenuidades de aspirantes al poder, veleidades de gallitos en la cima multicolor y sonora de los medios. O puede ser la condición humana, siempre inexorable, que saca sus malas artes en la lucha por la supremacía. No es nada sorprendente, si no fuera porque sobre el escenario están aquellos que criticaban el libreto de la obra tantas veces repetida. Podemos interpreta un guión que parece sacado de la magistral "La vida de Bryan", de los no menos magistrales Monty Python, cuando el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular rivalizaban por su parcela de poder. A Errejón y a Iglesias les puede suceder como en la escena final de la película, cuando el escuadrón suicida, sencillamente, se suicidó.
