Opinión | Desde la Meseta
Luis Alonso-Vega
Tanto peca el que mata...
Tanto peca el que mata, como el que tira de la pata. Borja Casillas ganó el premio Drag Queen en el recientemente celebrado Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, con una vestimenta inspirada en la Virgen María. Y además se mostró satisfecho del triunfo y su repercusión mediática cuando afirmó: "Buscaba polémica y la he conseguido".
La irreverencia está servida y además en plato caliente. El jurado ha premiado algo destacable e inusual, donde se pone de relieve como causar polémica en algo que daña la sensibilidad del creyente católico, lo que provoca rechazo no sólo al Obispo de Las Palmas, sino también a la Conferencia Episcopal Española.
Pero Borja Casillas, profesor de Religión, está satisfecho con lo que considera una chirigota. Y otros de alrededor, tan imbéciles como él, aplauden su originalidad, afirmando que solo es un disfraz o una fiesta propia de Carnaval.
Y así nos va la historia, que ya dio la vuelta al mundo, repito, por su originalidad, que entre el contento de unos cuantos no practicantes, y un resto que les duelen las manos de aplaudir insensateces.
Difícil se lo ponen al jurado de Las Palmas en las próximas fiestas de Carnaval.
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