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VENTANA INDISCRETA

La enseñanza concertada y la izquierda

El papel del PSOE, IU y Podemos en la concesión de subvenciones a los colegios privados

La enseñanza privada concertada no universitaria, fórmula de los gobiernos socialistas creada en 1985, y que en aquel momento se entendía provisional, ante la insuficiencia de colegios públicos se ha convertido -por la presión eclesiástica, que es la favorecida, y con la aquiescencia de los gobiernos de izquierda mencionados, al igual que con el actual de coalición, también desde la izquierda- en un negocio más, desde una perspectiva empresarial. La mayor beneficiaria es la iglesia católica ya que el mayor porcentaje de centros de enseñanza privada concertada están bajo su gestión.

Así, actualmente, los sectores de la patronal de la enseñanza concertada han levantando la voz, con el apoyo sindical de la misma, sobre el reparto de los dos mil millones de euros que el gobierno central repartirá con las comunidades autonómicas para la enseñanza pública. Si bien, en un principio, se había vetado al sector de la concertada para tal reparto, ahora parece que tanto desde la izquierda del gobierno asturiano como del central, han dado marcha atrás y la izquierda real, del PSOE como de UP, defensores, dicen, de la Escuela Pública, consideran que la enseñanza concertada privada debe de recibir la parte que le corresponde.

Una de las fuentes de los ingresos que la concertada recibe está en las subvenciones de las comunidades autónomas y el Estado, que incluyen el pago directo al profesorado, aun siendo elegido por la dirección de los colegios privados. Sin embargo, es el Estado, que no pinta nada en esa elección, quien lleva la "socialización" del profesorado de la enseñanza concertada. Estos conciertos con la enseñanza privada que van, a mi juicio, en detrimento de la Escuela Pública, se llevan más de la quinta parte de los millones de euros que las administraciones públicas dedican a Enseñanza Infantil, Primaria, Secundaria y FP. Incluso, no asumiendo (la concertada) la enseñanza rural y poniendo, algunos centros, serias trabas a la Educación Especial; además de la discriminación entre lo "femenino y masculino"

Si desde 1985 el PSOE no fue coherente en la defensa de la Escuela Pública apuntalando los conciertos educativos, ahora no se desdice de lo hecho, y junto con sus socios de la izquierda IU y Podemos, muestran esa deslealtad no solo continuando con el sostenimiento a la educación concertada sino también con el negocio de la misma por parte de la mayor patronal de esos centros educativos, recibiendo también las ayudas frente al covid-19.

A mi juicio, todo euro que se va de la escuela pública a la escuela privada concertada, más si se trata de gobiernos de izquierdas, contribuye a aumentar la desigualdad, que ahora se está acentuando por la pandemia vírica, en las familias " menos pudientes". Avanzando la injusticia social a pasos agigantados.

Está claro que en política hay que negociar, hay que ceder desde las partes. En lo comentado, las únicas cesiones son desde la enseñanza pública. Sin embargo, no ocurre lo mismo en la privada, que no hace o no se le exige ninguna. Siempre apoyadas por disculpas de una izquierda desnortada y que pierde hegemonía, si alguna vez la tuvo, en un campo esencial como es la educación y enseñanza pública.

Así, si los colegios privados concertados reciben ayudas estatales, como es el caso, no deberían segregar al alumnado por sexo: si lo hacen, y lo están haciendo, no tendría que haber subvención. Si es el Estado quien paga al profesorado, y lo es, que sea también quien contrate al mismo desde de bolsas de empleo o por medios más públicos y democráticos, del Ministerio de Educación. Qué haya educación privada no se pone aquí en tela de juicio, pero quien la quiera que la pague de su bolsillo. La educación pública gratuita de calidad, inclusiva, laica y equitativa debería de ser defendida, no solo sobre el papel de los programas, también en la acción parlamentaria y legislativa, más si se trata de gobiernos formados por organizaciones políticas de izquierda socialdemócrata, aunque me temo que ni eso son ya.

Está la Escuela Pública, profesorado y AMPAS, muy enfadada por lo que pueda acontecer a partir de septiembre, debido a lo que se entiende como insuficiencia de medios para paliar, en lo posible, la influencia del virus. Solo cabe una pregunta. ¿Por qué esa insuficiencia, por qué vuelve a ser la Escuela Pública la que pague los gastos de otros? He aquí, en mi opinión, una de las causas de los conciertos.

Finalizo aclarando que en este artículo solo se cuestionan las subvenciones a la enseñanza privada, que por tales es concertada, y a la empresa que las recibe. Nada que objetar hacia el profesorado de la misma que, sin duda, tiene derecho al trabajo.

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