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Albino Suárez

Como el río

Albino Suárez

Juanón de La Boza

La historia del minero lavianés que se cortó una mano para salvar la vida por la explosión de un barreno

Juanón de La Boza, era Juan González, quien vivía en La Boza, al lado de Mardana, padre de Pepón de la Boza, comandante del Batallón Juanelo, héroe republicano-socialista en el frente de Oviedo, en 1936. La historia, sin embargo, es la del padre, la de Juan González, para todos los efectos Juanón de La Boza, nacido en los últimos años del siglo XIX, hacia 1896-97. Había sido minero en Coto Musel, le faltaba la mano derecha, por estar así, que diremos por qué, la empresa lo tuvo de encargado de la maniobra del exterior, y era visto desde un piso a otra de las escombreras gritar a los trabajadores…

Porque no hay fechas claras, decimos que Juanón trabajaba en la capa “La Amada”, donde era picador. Las tareas se efectuaban a base de hacho y pica, y, como mucho, barrena de forar (horadar) a mano las vetas duras. Había dos capas, la del techa y la del muro y entre ambas una capa de tierra, llamada regadura (regaura), que con la pica regadera, el picador iba extrayendo entre ambas vetas. Y para evitar que la veta del techa se soltase, se solía apuntalar con “un polento”, sostén de poca consistencia. Tal lo había hecho Juanón, como también había forado una zapatera (o barreno) en la veta del muro…

Había llegado la hora del final de la jornada. Los compañeros, iban saliendo…

–Vamos, Juanón, que ya ye hora. Tú yes el últimu que quedes.

–Voy a prender el barreno, y salgo.

Eso hizo. Prendió fuego a la mecha, que empezó a arder. Juanón coge el hacho y de un golpe retira el polento que sostenía la veta del techo, pero esta se descolgó sobre el brazo del minero, aprisionándole por la muñeca y mano… Juanón lanzó un fuerte juramento. Mientras tiraba hacia atrás, para librarse del cepo que la veta ejercía. No logra salirse y ve, mientras tanto, que el fuego de la mecha corría hacia la dinamita, que, de explotar, su vida acabaría allí, convertidas en trozos.

Juanón grita, pero ya no hay nadie. Se apoya de pie en la veta para hacer fuerza y escapar de aquella situación, pero tampoco lograba librarse… Y fue entonces que coge el hacho y se pega él mismo un fuerte golpe rapando su mano derecha, que quedó entre las vetas, mientras Juanón echa a correr hacia afuera, sangrando fuertemente, a la vez que envolvía su muñón con la camisa, llegando así al exterior, donde sus compañeros, al verle de tal manera, se sorprenden y asustan… ¿Qué te pasó Juanón…?

–¡Nada! Que una mano importa menos que la vida…

La verdad se supo después. Como después, pasando algunos años, se supo que Juanón de La Boza, viudo, en tierras de Canzana y Villoria dejó luto y tragedia al dar muerte a dos mujeres, a las que cortejaba., y si no fueron tres es porque una supo escapar a tiempo…

Más, hay otros aconteceres devenidos de este personaje, que ya hacia 1912 tuvo sus altercados incluso con algún cuñado… La historia está pendiente. Aquí hemos contado cómo fue la pérdida de su mano derecha en la mina.

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