José Celestino Casal Álvarez, Tino Casal, vuelve a la actualidad por el hallazgo de un disco inédito grabado en Turín y encontrado en un almacén de São Paulo en Brasil. Eran canciones de los años setenta en un momento donde Tino estaba en pleno proceso de búsqueda de su estilo. Antes, el cantante de Tudela de Veguín había iniciado su camino musical en los “Zafiros Negros” y en los “Archiduques”, dos estupendos grupos asturianos qué marcaron épica y en donde Tino sobresalía con su voz y su fuerza escénica. En 1981 surgió el genio Casal y comenzó un rutilante ascenso con canciones pegadizas y composiciones de altura y promoción. Su sentido del arte, de la música, de la vida lo convirtieron en una figura muy avanzada y en artista excesivo. La crítica musical del momento calificaba a Tino Casal como el artista más osado del Pop español. Su biógrafo el periodista madrileño Gerardo Quintana así lo corrobora y señala que Casal era más que “Eloise” o “Embrujada”, era un artista con mayúsculas. Cantante, compositor, productor musical, diseñador de moda, pintor, escultor... originalidad, extravagancia, elegancia, misterio, autenticidad, tenacidad, son algunos de los términos que cubren el halo artístico de un personaje envuelto en la metamorfosis de un genio.
Desde aquel fatídico accidente de tráfico en la carretera de Castilla en Madrid en septiembre de 1991 hasta hoy, el universo Casal se mantiene vivo con sus historias, sus interrogantes, su música vanguardista y sus secretos de hombre renacentista y moderno. Y es que a Tino Casal no le preocupaba el futuro. En muchas de sus entrevistas apuntaba que “mi destino no es casual. Puede ser que haya una parte improvisada que me condicione, pero cada uno tiene lo que merece. Yo me lo he trabajado y lo he buscado, y tengo lo que de verdad me merezco. Nada más ni nada menos.” Con la muerte del buen artista de Tudela de Veguín desapareció un representante genuino de la mejor música de los años ochenta. Y la experiencia de Tino Casal quedó impregnada en todos los músicos que trabajaron con él, hasta el punto de señalar que Tino fue una factoría de crear buenos profesionales de la música. Y “Etiqueta Negra” fue su último éxito. Salió al mercado el día después de su fallecimiento. Cosas del “desTino Casual”... como dirían sus amigos de Tudela de Veguín Fermín y Ramón Palicio. Y el embrujo de Tino Casal sigue vivo.
