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¡Quién te ha visto y quién te ve!

El abandono del valle de Turón y la falta de iniciativas económicas y turísticas para dinamizarlo

Turón del alma mía, con la riqueza de tus entrañas fuiste un pueblo próspero que se llenó de vida con gente de todos los lugares de España, siendo acogidos con las manos abiertas.

Pero llegó el cierre de tus minas y pasaste de tener una actividad económica importante a carecer de centros de trabajo donde reponer trabajadores. Ello llevó a una importante pérdida de población. La evolución de Turón es un viaje muy triste, desde la cima hasta la situación de abandono en la que nos encontramos. Sí, un abandono total.

Para empezar, tenemos una carretera llena de baches, comida por la maleza, que se inunda cada vez que llueve. Sin duda, todo un despropósito para acceder y circular por el Valle. Los turoneses llevamos años pidiendo su arreglo y el Principado de Asturias, como responsable de la misma, prometiendo una actuación integral que nunca llega.

¡Quién te ha visto y quién te ve!

Si seguimos carretera arriba, podemos observar un precioso paisaje de montaña y un paseo lleno de maleza y suciedad por el que no apetece pasear. Toda la industria que vemos en nuestro camino está cerrada. No hay empresas que den trabajo a la gente. Aquellas naves que resurgieron con las ayudas de los fondos mineros hoy están vacías de trabajadores. La ilusión de los millones de euros invertidos para la reactivación del polígono de la Cuadriella ha sido un fracaso total y absoluto.

La Veguina está sucia y tiene sus aceras en mal estado. En el centro de Turón se encuentra el parque, un parque sin bancos, descuidado, carente de zonas verdes, con una zona de juegos infantiles pequeña y en mal estado. En resumen, un parque en el que no apetece jugar.

El río que da nombre al valle está tan lleno de maleza que en muchas zonas ni se ve el agua, resultando necesario y urgente que se proceda a su limpieza, Mas como en el caso de la carretera ninguna administración quiere hacerse cargo de ello. El Ayuntamiento al considerar que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y la Confederación escudándose en que en las zonas urbanas tiene que hacerlo el Ayuntamiento. Y el río Turón sigue presentando un aspecto indecente.

Continuamos camino y vamos encontrando muchos restos de arqueología industrial, fruto de nuestra historia minera. Algunos de ellos rehabilitados como atracción turística (el Pozo San José, el de Santa Bárbara o el Pozo Espinos), sin que hasta la fecha el resultado de los miles de euros invertidos sea el deseado, puesto que las visitas son pocas para poder considerar que haya supuesto un revulsivo para la zona.

El valle de Turón está jalonado por casi un centenar de pueblos preciosos, pero muchos de ellos con carencias en sus accesos, alumbrado público, alcantarillado y limpieza. Ello ha provocado un éxodo importante de sus habitantes hacia Mieres del Camino e, incluso, fuera del municipio a la búsqueda de una mayor calidad de vida.

Después de muchos años conseguimos un nuevo ambulatorio construido en un lateral del Colegio de La Salle quedando una gran parte de dicho colegio sin ocupación cuando podría ser reutilizado para la creación de establecimientos residenciales para personas mayores. Es una pena que este gran edificio, situado en el centro del Valle, se deje caer.

Durante los últimos años los turoneses también hemos visto como disminuía la frecuencia del transporte público en autobús, incluso como desaparecía la línea directa con Oviedo. Y eso perjudicó a mucha gente que, por su trabajo, por sus estudios, o por motivos médicos o administrativos tienen que desplazarse fuera del Valle.

Esta es una radiografía del Turón presente con el único objetivo de solicitar al Alcalde de todos los vecinos del concejo que es necesaria una posición más contundente respecto a las necesidades del Valle de Turón. Luchar más, pedir a quien corresponda, trabajar mano a mano con todas las entidades que de muchas formas representan a los turoneses porque todos queremos un Turón con futuro donde haya trabajo, limpieza, servicios del siglo XXI que atraiga ilusión para que los jóvenes se puedan quedar en él.

Nos vendieron a bombo y platillo muchos proyectos que quedaron en nada, nos ilusionaron con la implantación de empresas que no funcionaron, nos esperanzaron con mejoras que nunca llegaron. Pero no podemos perder el ánimo ni el carácter reivindicativo que siempre nos ha caracterizado a los turoneses.

Desde estas líneas quiero lanzar un grito de esperanza, una mano extendida a todos los que creemos en un futuro mejor para nuestra tierra porque entre todos podemos lograr que la carretera del Valle de Turón sea finalmente arreglada en condiciones, que vuelva a haber actividad industrial en nuestros polígonos, que los pueblos, las calles, las sendas y paseos, los parques y sus zonas de juego infantil, tengan unos servicios y un mantenimiento propio del siglo en que vivimos, que el río Turón esté limpio, y que ello sea un aliciente para que no siga marchando la gente y logremos atraer turismo que pueda disfrutar de la belleza de nuestro paisaje, de nuestra historia minera, de nuestra gastronomía y fundamentalmente, de nuestra gente.

Queda mucho por hacer, pero entre todos y con buena voluntad lo lograremos.

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