Ya pasaron las Navidades. También los Reyes Magos. Llegaron los juguetes para los niños, así como los regalos sorpresa para los mayores. No hay que olvidar el desembarco de las primeras vacunas y el anuncio de la segunda remesa de ellas, con el rimbombante nombre de Moderna.
Hay más prioridades con la toma del Capitolio, con un presidente de EE UU que no quiere irse de la Casa Blanca ni a tiros de cañón. Para eso monta un mitin de seguidores que provoca lo nunca visto en un país tan demócrata, que llama la atención a todo el universo.
Trump no quiere dejar el cargo y afirma que las elecciones que gana su contrincante son una farsa y lleva sus razones a diversos tribunales de diferentes estados, aunque no ha ganado pleito alguno.
Las prioridades también ruedan por nuestro país. Un filósofo, hasta ahora ministro de Sanidad, es nombrado candidato para aspirar a ser presidente de la Generalitat de Cataluña y, de esta forma, hace campaña y a la vez sigue en Sanidad. Claro, es que aquí aprovechamos todo.
No podemos olvidar la ausencia del emérito Juan Carlos, allá en Dubái, donde cumplió años sin pastel ni velitas y con la sola visita de su hija mayor: ¡qué pena y qué dolor!
Hay más prioridades, pero las dejaremos para otro día y así no les canso siendo primeros de año.
