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Ricardo Montoto

Dando la lata

Ricardo V. Montoto

Salir por patas

La falta de coraje de la clase dirigente y su distancia con el pueblo

Vuelvo a ver las imágenes del asalto al Capitolio en Washington DC y me parece lamentable que los representantes electos del pueblo, en vez de dar la cara y echar una mano en la defensa de la institución democrática, salgan por patas a ponerse a resguardo.

Es una imagen muy significativa de separación, de lejanía, que precisamente viene a dar la razón a los que denuncian la enorme distancia entre la gente y sus políticos.

Algo parecido sucedió en la patética toma del Congreso por Tejero y sus subordinados. 350 diputados no fueron capaces de unirse y oponerse a los asaltantes. Qué poca resistencia, qué imagen tan poco digna la de sus señorías culo en pompa bajo el escaño. Sí, unos portaban armas, pero la mayoría de ellos estaban superados por la magnitud de la chifladura. Los otros, los diputados, eran muchos y, en principio, mis inteligentes. Sin embargo, durante un montón de horas, ni un acto de rebeldía, ni un conato de enfrentamiento, salvo el protagonizado por el maltratado Gutiérrez Mellado.

Hombre, no vamos a pedir unos representantes políticos como Bruce Lee o Harry el Sucio, pero un poquito más de coraje cuando de verdad hace falta no estaría de más. Y para qué vamos a decir nada de los de fuera, los que a la primera noticia del asalto golpista echaron a correr camino de la frontera en vez de apresurarse a asegurar las instituciones y el orden constitucional.

Es que siempre pasa lo mismo. Y, después, cuando el follón termina, son los primeros encabezando las manifestaciones de repulsa.

Los que mandan a la gente a la guerra son los que siempre se mantienen en la retaguardia, bien protegidos. Y cuando el problema llega a su casa, salen a escape.

De verdad, aunque les cueste creerlo, no son insustituibles.

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