La vida del campus de Mieres continúa en su marasmo. Los candidatos al Rectorado ofrecieron en sus programas generalidades y, en consecuencia, con nuevo rector, las cartas del alcalde de Mieres y de la directora de la Escuela Politécnica recogen las mismas necesidades, perennes y trágicamente imperturbables. El campus de Barredo requiere, como necesidades perentorias, nuevas titulaciones (Deportes a la espera) para atraer alumnos, que utilicen la residencia y generen vida universitaria en la ciudad, además de propiciar investigación (que para eso hay un edificio equipado). Poco o nada, al menos concreto y palpable, se ofreció en la campaña rectoral para generar ilusión. Pasa el tiempo y el campus languidece. La peor carta es aquella que no encuentra destinatario. ¿Volverá a ser el caso? No sería admisible.