La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ricardo Montoto

Dando la lata

Ricardo V. Montoto

Nepo

En recuerdo del polifacético policía mierense fallecido

El día que conocí a Juan Luis Nepomuceno tuve la impresión de estar ante un personaje de novela negra, el oscuro poli de mala vida, de aspecto descuidado y cabeza tormentosa. Después supe del infierno doméstico en el que se abrasaba y que le generó un sufrimiento que aprendió a soportar abriéndose al exterior, compartiendo su pensamiento y transmitiendo sus conocimientos y experiencias profesionales.

Y cuando aquel infierno comenzó a templarse afloró el Nepo fotógrafo, reportero de calle con innatas dotes para captar el instante. Y un tiempo después nos asombró con su don para la escritura, a veces acerada y sombría, a veces repleta de sensibilidad.

Einstein dijo que “la mente es como un paracaídas, que si no se abre no sirve para nada”. Pues Nepo tuvo la suya bien abierta, con una impresionante capacidad de evolución sin por ello renunciar a sus principios: libertad, izquierda y ateísmo.

Dialogante, crítico y polemista, encontró en las redes sociales el yin y el yang, el gran foro de debate e intercambio de opiniones y el pozo negro de odios e intolerancias, que le proporcionaron tanta satisfacción como disgusto.

Aquel hombre al que imaginé con la pistola bajo la chupa, cargado de alcohol y volcado sobre una sucia mesa en el fondo de una tasca inmunda, resultó ser uno de los cerebros más complejos y desarrollados que han pisado el suelo de Mieres, un alemán pacense, un asturiano de acento extremeño, un superviviente, un luchador que vivió y creó con la muerte enganchada al cuello, un ser verdaderamente inteligente que supo morir como pocos son capaces de hacer.

Nepo, maldito rojeras descreído, te has ido demasiado pronto. Aún tenías mucho que aportar a esta tierra necesitada. Y, aunque eras de los convencidos de que todo empieza y termina aquí, te aseguro que volveremos a vernos. Y entonces me dirás quién tenía razón.

Compartir el artículo

stats