Empecemos por el final. El bolo de los mierenses “Pelazo” el pasado 15 de mayo en el Centro Cultural de la citada localidad fue un brutal –sin paliativos– concierto de power-pop. Podemos añadirle los calificativos sonoros que cada cual considere oportuno: querencia sixty, pinceladas glam, afinidad punk… al final uno sale de la sala resoplándole en los oídos –valga el tópico– poderosas guitarras y una exuberante –y contundente– sección rítmica, a la par que unas más que solventes voces.
La banda la forman Pablo Álvarez: guitarra, Pablo González “Pibli”: batería, Vini Serrano: bajo y Adrián Cadaya: guitarra. Tal vez algunos de estos nombres sólo a los más avezados conocedores de la historia de la música asturiana, y por extensión española, les resulten familiares. Pero si los ubicamos en grupos como “Los Buges”, “Doctor Explosión”, “Thee Operators”, “La Ruta”, “Leroys”, “The Cynics”, “Trash Tornados”, “Los Nervios”, “Joel Jefferson Stalin”, “Perloras”, “Burning Last”…, la cosa ya cambia. Estamos hablando de una buena, y representativa, muestra de formaciones musicales que han hecho de los lenguajes menos convencionales del rock la esencia de su convincente discurso sonoro.
Con motivo de la presentación de su debut discográfico, un single de vinilo editado por Folc Records, la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mieres tuvo a bien organizar el que por el momento ha sido su primera actuación con público. Con las entradas agotadas ya hacía unas cuantas semanas, los que pudimos presenciarlo fuimos afortunados al asistir a una auténtica lección de lo que debe de ser un vigoroso directo de rock and roll, y ello a pesar de las restricciones que la actual coyuntura sanitaria impone a este tipo de eventos. Y es que fue tal la intensidad melódica e instrumental que desgranó, casi ininterrumpidamente, el conjunto del barrio mierense de Santa Marina –precedidos por las correosas madrileñas “Tiburona”– que faltó muy muy poco para olvidarnos de esta maldita pandemia que asola, entre otros ámbitos, a los espectáculos musicales. Con un repertorio mayormente compuesto por material propio –aunque también hubo tiempo para las versiones, “Raspberries”, “The Move”– que por cierto adquirieron una descomunal fuerza interpretativa, “Pelazo” fueron una auténtica apisonadora sónica que desgranó, en poco más de una hora, una buena dosis de pop espídico que hizo que el público se retorciera –no había otra opción, ya saben– en sus asientos. Y todo ello con un impecable sonido: bendita la recuperación del local de la extinta Cajastur para la música en directo.
El departamento de Cultura de Mieres –dirigido por el concejal Juan Ponte– suma y sigue en su exitoso camino en la programación de música popular en sus más variadas acepciones. En este caso ha dado en la diana y además con un producto 100% local: hasta el single de “Pelazo” ha sido grabado, mezclado y masterizado en los municipales locales “Mercurio” ubicados en La Peña. ¡Esto sí que es fomentar los recursos endógenos en pos del desarrollo del concejo!
Un producto que, por otra parte, merece ser exportado en sus dos vertientes, la del directo y la del propio artefacto discográfico, para el disfrute de los buenos aficionados de todas las partes de nuestra tierra y allende las fronteras. Esperemos que así sea. Por nuestra parte, y privilegiados nos sentimos, ya hemos dado buena cuenta de ello.
