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Nuria Ordóñez

Contra la homofobia, la transfobia y la bifobia, cada día

El 17 de mayo se celebró el día que rechaza cualquier tipo de discriminación a las personas por su orientación sexual

Homofobia, odio a las personas homosexuales, transfobia, odio a las personas trans, bifobia, odio hacia las personas bisexuales.

Cada 17 de mayo (el pasado lunes) conmemoramos el día para denunciar la discriminación de la que son objeto las personas con preferencias sexuales diferentes a las aceptadas como “normativas o convencionales”, como es el caso de las personas homosexuales, transexuales o bisexuales. Todavía hoy en día vivimos en una sociedad donde la discriminación por raza, religión, orientación sexual, o condición social es habitual, y seguimos condenando a otras personas por su forma de pensar, sentir y actuar, por considerar que se salen de lo “normativo” o de lo aceptado socialmente. No debemos olvidar que son más de 70 los países quienes en la actualidad criminalizan la homosexualidad y condenan actos sexuales entre personas de un mismo sexo con penas de prisión, y en algunos de ellos es castigado incluso con la pena de muerte.

Estas discriminaciones siguen provocando numerosos delitos de odio que se traducen en insultos constantes, humillaciones, vejaciones, y palizas a todas estas personas que cada día sufren el estigma de parte de la sociedad, algo absolutamente inadmisible. La sociedad machista y heteropatriarcal en la que muchas y muchos hemos sido educadas y educados utiliza la violencia contra todo lo que cuestione la identidad masculina y los valores asociados a ella, una identidad representada por el hombre hetero, de status reconocido, y absolutamente dominante, y por eso rechazan a la persona de otra raza, de otra creencia, de otra diversidad sexual, o a la mujer que rompe con los estereotipos o roles asignados. Eso es lo que les molesta, que no sólo su modelo sea el aceptado como válido, lo que les lleva a aplicar violencia, una violencia heteronormativa que nos intentan mostrar como algo natural.

Conmemorar el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia, nos sirve para recordar a todas las personas que sus identidades no son pecados, ni crímenes, ni enfermedades, y que ese pensamiento que nos siguen intentando inculcar es producto de esas violencias heteronormativas y patriarcales. Según los estudios realizados por la Federación Estatal LGTBI+, un alto porcentaje de las personas LGTBI+ han sufrido discriminación laboral de algún tipo, así como discriminación en la adolescencia, y acoso en sus centros educativos, y en su entorno más cercano, reflejándose también en una falta de oportunidades tanto educativas como laborales.

Como sociedad no podemos seguir tolerando estos comportamientos, y debemos tomar partido para que nuestras hijas e hijos sean educados en igualdad, respeto y diversidad, porque ellas y ellos no reconocen esas diferencias, y porque todas las personas somos libres por naturaleza. Es nuestra obligación proteger a nuestros y nuestras menores, y favorecer el libre desarrollo de las personas debe ser una prioridad, garantizando espacios seguros en los centros educativos, porque una de las claves para erradicar la homofobia, la transfobia y la bifobia está en la educación, en educar en el respeto y la diversidad desde edades tempranas, y evitar el acoso que todavía siguen sufriendo gran parte de estos colectivos. Aportemos nuestro granito de arena para poder construir una sociedad cada día mejor, más justa e igualitaria.

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