La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Manuel Ibáñez

Normalidad paulatina

Subtítulo opinión xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Últimamente da la impresión de que vamos integrándonos paulatinamente en una relativa normalidad. Así que con todos los matices que se quieran, y con la consciencia de que va a ser difícil volver a los tiempos pre-pandemia, por lo menos nos servirá para valorar todo lo que hemos perdido en estos últimos tiempos.

Después de veinte meses con restricciones de todo tipo se comienza a abrir un poco la mano, pero habrá que ser precavidos y no creer que todo pasó, pues, obviamente, no es así. Madrid y Andalucía han dado el primer paso y se han instalado en una normalidad prácticamente total para alegría de todos los afectados, básicamente en lo tocante con la economía. En Asturias, con buen criterio para unos, y no tanto para otros, anuncian la relajación de medidas en el horario de los bares y el ocio nocturno. Sabido es que nunca llueve a gusto de todos, pero con el convencimiento de que la salud debe primar por encima de todo. Pura lógica.

De todos modos me temo que muchas de las cosas que nos han impuesto, y bien que nos fastidiaron, van a seguir en muchos de los sitios. Las entidades bancarias como simple ejemplo, que si ya tenían filtro y pésima atención, antes, y durante la pandemia, les viene bien para que lo hagas todo tu solo. Se ahorran oficinas y empleos, y sus ganancias crecen.

De momento casi todo el mundo sigue con su mascarilla –algunas de “quita y pon”– con lo que a uno le da margen para ir reconociendo a personas que me saludaban y me quedaba sin saber quienes eran.

Donde ya llegó hace tiempo la “relajación” es a ciertos fumadores que ya no se privan de disfrutar del tabaco en cualquier lugar sin el mínimo respeto a las normas en vigor, y al resto de ciudadanos.

Todos añoramos volver a otros tiempos en que no apreciábamos lo que teníamos –ahora ya nos conformamos con menos– pero en el momento actual lo primordial será no bajar la guardia e intentar asumir esta teórica normalidad con prudencia, y el freno de mano “echáu”. Por si “acasu”.

Compartir el artículo

stats