Un año más sin lograr lo que pretendemos, llegar a ser el Pueblo Ejemplar de Asturias. Pero no ofendamos a nadie, porque hasta ahora los pueblos premiados, todos ellos, son ejemplares, pequeños, con muy pocos habitantes, trabajadores y, generalmente, dedicados a la ganadería y la labranza. Muchos de ellos situados en la montaña, donde la temperatura es fría, conservando costumbres ancestrales, así como manteniendo una alimentación propia de sus productos naturales.
Este año el premio recaló en Santa María del Puerto, concejo de Somiedo, donde los Reyes, la Princesa e Infanta, llegaron abrigados, con una temperatura de tres grados centígrados, no obstante que el día lucía un hermoso sol, que iba calentando a medida que discurría la jornada. No faltaron los gaiteros y tamborileros, ni la canción asturiana entonada por una mujer del pueblo.
Y así llegamos al inicio de los Ejemplares que este año se quedaron sin premio y que año tras año insisten en su candidatura. Y por eso me pregunto, repito, año tras año, ¿cuando recaerá en las proximidades de Langreo, concretamente en Samuño?. No será por falta de insistencia, ni probable recomendación de personajes importantes, no solo de la política.
Habrá que insistir un año más, sin olvidar rezar a la Virgen de El Carbayu, que desde allá arriba ilumina al concejo permanentemente como Ejemplares que no dejamos de ser.
