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Turón: balance y retos

El fracaso de la reindustrialización y la necesidad de cumplir los compromisos con un castigado territorio

Turón resume el fracaso de la reindustrialización de las comarcas mineras. Así de sencillo y así de cruel. Hace más de 25 años que se cerró el Pozo Santa Bárbara y hace 14 años hizo lo mismo el Pozo Figaredo. Fue el final de un siglo intenso de monopolio de la minería en este Valle, un periodo que supuso su gran transformación, un aumento brutal de la población, la creación de miles de puestos de trabajo y prosperidad. Es lo mismo que sucedió en otros lugares de las Cuencas, pero en Turón se concentró muchísima actividad en apenas un puñado de kilómetros cuadrados.

Han pasado los años, las décadas, y las promesas de reindustrialización siguen pendientes. La puesta en marcha del polígono de La Cuadriella, que generó expectación e ilusión, acabó en fracaso y ahí siguen esos cientos de metros cuadrados sin actividad como prueba irrefutable.

Éste es el principal problema del Valle de Turón: sin actividad económica no hay empleo y sin empleo no hay expectativas de futuro. Pérdida de población y envejecimiento son las consecuencias inevitables mientras la sensación de declive y abandono se apodera de todo.

La lentitud con la que se han llevado a cabo algunas actuaciones solo agravó esa percepción. Tres ejemplos: fueron necesarios doce años para poner en funcionamiento el nuevo centro de salud, en 2007 Areces anunció el Parque Tecnológico de Figaredo y seguimos esperando, o hace tres años Fernando Lastra anunció la reparación de la carretera de Turón.

El balance es duro. La última promoción de vivienda pública que se llevó a cabo en Turón, en la Plaza de la Madera del Pozo San José, o la puesta en marcha del centro de discapacidad de FASAD, transformando el antiguo hospitalillo de La Felguera, fueron precisamente cuando IU estaba al frente de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda en el Gobierno del Principado, y han pasado más de diez años. La rehabilitación del Pozo Santa Bárbara, el primero en ser declarado BIC en nuestro país, fue también gracias a otra iniciativa de IU, en este caso una enmienda de Gaspar Llamazares a los Presupuestos Generales del Estado en tiempos de Zapatero.

Desde IU quisimos que esta intervención fuera la punta de lanza de una actuación más ambiciosa que permitiera aprovechar el patrimonio industrial para generar actividad económica y empleo, pero nos quedamos solos. La falta de compromiso del Principado y de Hunosa fue evidente.

El gobierno de Aníbal Vázquez logró reducir la deuda municipal a cero y ahora está recuperando las inversiones. Se está ejecutando el EDUSI que supone una inversión de más de seis millones y que permite, entre otras actuaciones, hacer una compra millonaria para que Emutsa cuente con nuevos autobuses (por primera vez en décadas) o que se vaya a cambiar el alumbrado público con luces led. También estamos llevando a cabo la modernización de los servicios municipales, con nuevos vehículos y maquinaria o llevando a cabo decenas de actuaciones en todo el municipio.

En el caso del Valle de Turón, además, el alcalde logró que el Principado construya los primeros apartamentos para personas mayores que habrá en Asturias fuera de Gijón y Oviedo. Estamos desarrollando un proyecto de enorme trascendencia en el Pozo Santa Bárbara: la exposición de Anthony McCall ha puesto otra vez a Turón en el mapa, y tan solo se trata del primer paso. O estamos impulsando su promoción turística y gastronómica, como hemos visto hace unos días con la presentación en Madrid del Pote de Turón, por primera vez en la historia.

A esto hay que añadir otras actuaciones cotidianas, que quizás pasan desapercibidas, como las inversiones en saneamiento, mejoras en la calidad del agua, reparaciones en carreteras y accesos a núcleos de población, los refuerzos en muros y otros mecanismos de seguridad, los derribos de viviendas por ruina, el nuevo aparcamiento de San Andrés, las obras en el campo de fútbol o el Ateneo, por citar algunos ejemplos recientes, pero que suponen casi 600.000 euros de inversión. Y próximamente habrá más, como la inversión de casi 100.000 para mejorar el área infantil del Parque de Turón.

Es evidente que todo este esfuerzo es insuficiente y que debemos hacer más y más rápido. Nadie puede negar que hay otros problemas cuya solución aún está pendiente, como la mejora de la limpieza o el mantenimiento urbano. Dos problemas generales en todo el municipio (y en casi todos los concejos) que estamos afrontando y que en unos meses se verán los primeros resultados porque vamos a reorganizar el servicio de limpieza y mantenimiento urbano, contaremos con empresas especializadas para reforzar la limpieza y la jardinería, y crearemos brigadas municipales rurales para reforzar la presencia en los principales núcleos de población y los pueblos. Además, vamos a mantener las inversiones para disponer de más vehículos y más maquinaria para ser más eficientes y efectivos.

Más allá del ruido, lo cierto es que las cosas están cambiando, quizás más lento de lo que a muchos les gustaría, pero se está avanzando. El Pozo Santa Bárbara es solo un ejemplo. Lo ideal sería contar la colaboración y el compromiso del resto de administraciones, porque juntos podríamos hacer más, pero, con ayuda o solos, seguiremos dando pasos. Ahora solo necesitamos tiempo y confianza para seguir cumpliendo objetivos y seguir avanzando.

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