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Fernando Hernández

Debate sobre el estado del municipio

Las cifras y los datos describen de manera tozuda la realidad del concejo de Mieres

Corría el año 2012 cuando la Corporación aprobó por unanimidad una moción presentada por el Partido Popular para que se realizara un debate anual sobre el estado del municipio. Como suele ocurrir, el Alcalde votó a favor y prometió que se haría, pero, al final, no cumplió su palabra.

Pues bien, ya que no se celebran tales plenos para saber cuál es la supuesta realidad que ve el equipo de Gobierno, comparada con la auténtica realidad que vemos el resto de ciudadanos, en mi condición de ingeniero la describiré con números para que cada cual saque sus propias conclusiones. Mieres cuenta, a fecha 1 de mayo, con un total de 37.145 habitantes. Se vienen perdiendo anualmente, poco más o menos, unos 550 habitantes. Desde el año 2011, cuando comenzó su andadura nuestro actual Alcalde, la pérdida de población ha sido de 5.806 habitantes, un 15,7% de los mierenses.

Si hablamos de la tasa vegetativa (nacimientos / defunciones), aproximadamente es de menos cuatrocientos (-400), por tanto, si perdemos 550 habitantes al año, significa que más o menos 150 personas al año abandonan nuestro concejo para irse a otro lado. Ahí están los jóvenes y no tan jóvenes que se marchan a buscar trabajo fuera de Mieres o que ya no les resulta atractivo vivir en nuestro Concejo porque esta sucio o sencillamente porque Mieres, al perder luz y vida, pierde realmente atractivo.

Respecto al paro, no estamos como para tirar cohetes. En la actualidad, la tasa de parados del municipio es de un 19,25% (Asturias 12.3% y España 14,4%), con un total de 3.094 parados, de los que 1.329 son hombres y 1.765, mujeres. Las personas mayores de 45 años, con 1.624 parados, son el grupo de edad más afectado por el paro. Le siguen los que se encuentran entre 25 y 44 años, con 1.219 parados. El grupo menos numeroso son los menores de 25 años, entre los que hay 251 parados. Esto demuestra claramente que los jóvenes se ven abocados a una emigración forzosa para buscarse salidas profesionales fuera de nuestro concejo y que en Mieres se quedan los vecinos de mayor edad, que son los que tienen mayores responsabilidades y más cargas familiares.

Sigamos con datos de empleo. Los afiliados a la seguridad social son 6.363, de los cuales 4.442 están en el régimen general, o sea, son asalariados; 93 están en el epígrafe del servicio doméstico y 10 en el agrario; 1.757 pertenecen al régimen de los autónomos, que abarca la inmensa mayoría del comercio, de la hostelería y de los trabajadores profesionales, y solamente 10 cotizan por epígrafe del carbón. Estos datos solo hacen que veamos cual es la realidad de nuestro municipio. No hay duda de que debemos ponernos a trabajar en serio para sostener todo aquello que realmente pueda aguantar el empleo en nuestro concejo. Pero, lamentablemente, es obvio que nuestro actual equipo de gobierno sigue anclado en tiempos pretéritos, con un conocimiento empresarial reducido y pensando que en el siglo XXI se sigue al mismo ritmo que en los años noventa.

Si nos referimos al número de empresas, en Mieres hay un total de 1.714, según datos de 2020 (último año publicado por el INE). Es de suponer que, en estos momentos, tras la crisis sanitaria, el número de empresas sea bastante menor. De ellas, 85 pertenecían a la industria, 208 a la construcción, 815 al comercio y transporte, y las 606 restantes a los servicios. Digamos, solo como comparación, que, en el año 2012, cuando nuestro regidor actual accedió a la alcaldía, había 1.863 empresas, casi un 9% más de las que hay hoy, a pesar que estábamos en plena crisis del ladrillo.

Por aportar una última referencia económica, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Fomento, el precio de la vivienda en Mieres durante el 2º trimestre de 2021 fue de 799 €/m2, un 49,6% menos del máximo alcanzado en el 2º trimestre de 2008, que fue de 1.585 €/m2.

Cabe subrayar aquí las muchas cosas que se han prometido pero que no se han llevado a efecto en nuestro municipio. Llevamos gastados 160.000€ en pagar a empresas que nos digan los puestos de trabajo que hay en el ayuntamiento con vistas a organizarlo, 10 años después de que IU accediera a la alcaldía llevándolo como promesa electoral. Llevamos 25 años esperando por un plan general de ordenación urbana que llegará tarde. La falta de limpieza y de mantenimiento de todo nuestro concejo es algo que ya no merece la pena ni comentar. Asumamos los mierenses que tenemos y tendremos un concejo tirando a sucio y aprendamos a vivir así por decisión de nuestro Alcalde. Ahora pretenden solucionar el problema privatizando el servicio de limpieza. ¡Comunistas privatizando servicios! Realmente cuesta asumir que se dilapide millón y medio de euros en el apartado de cultura para ofrecer charlas ideológicas sobre la revolución del 34 o para que cobre un dinero algún coro antifascista. También cuesta asumir que Mieres tenga el IBI más alto de Asturias y que realmente la presión fiscal desbocada sea lo único de lo que puede presumir el equipo de gobierno. Cuesta asumir, finalmente, que en Mieres todo vaya tan lento y tan despacio, El puente de Seana lleve tres años sin repararse, por ejemplo. Pues bien, estos son los datos y la dura realidad de nuestro Municipio: que cada cual saque sus conclusiones como yo he sacado las mías. En los últimos 10 años, entre excusas y más excusas, como las de tener que pagar una deuda y afrontar una crisis, el Concejo de Mieres no ha hecho otra cosa que venir a menos de forma estrepitosa. El cruzarse de brazos y no hacer nada por mejorar el empleo y las empresas, tratando de evitar que muchos mierenses tengan que marcharse fuera es la puntilla de una descarbonización errónea y precipitada. Se han despilfarrado muchos fondos mineros en cosas sin sentido, debido a una falta de previsión de a dónde debería haberse encaminado nuestro concejo. Y todo esto, ¿quién lo va a pagar lo pagar? Seguro que no lo harán los prejubilados, ni los subvencionados, ni los que viven del papá estado, sino nuestros hijos y toda esa juventud a la que no ofrecemos más salida que la emigración.

No debemos olvidar que son muchos los municipios que, incluso en estos años de crisis han seguido creciendo gracias a sus dirigentes. Si el barco choca de frente contra un iceberg, la responsabilidad es del capitán que lo dirige.

De ahí que a nuestro Alcalde y a su equipo de gobierno no les quede más salida que la de ponerse a trabajar en serio y hacer lo que no han hecho durante tanto tiempo para revertir los demoledores datos que hemos aportado.

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