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Antonio Trevín

Socialista, empresario, compañero

En recuerdo de Aquilino Cortina, un amigo muy querido y respetado

Hubo una época de socialismo primitivo, autónomo y radical –en el mejor sentido de estas palabras– en la Cuenca Minera asturiana. Y su capital fue El Entrego. Era un tiempo en que el sindicato era correa de transmisión de las ideas del partido.

Pepe Llagos fue su líder y referente, pero no fue el único relevante. Pachín Roces, alias “Felechosa”, otro insigne militante de la sección entreguina de San Martín del Rey Aurelio, representó a Asturias, desde el interior, en la dirección socialista, en el exterior, de Rodolfo Llopis. Acompañando a Agustín González, alias “Otilio”, quien fue pilar básico en la reconstrucción del socialismo gijonés con Marcelo, el de Encarna.

Los socialistas entreguinos contactaban habitualmente con Lalo, padre de Patxi López, Ramón Rubial, Múgica, Nicolás Redondo –padre– y muchos otros históricos socialistas y cuando llegó la democracia exportaron y sembraron socialismo por toda Asturias. Llegaron hasta Llanes liderando el apostolado José García, alias “El Chepu”, a quien recordamos con gratitud muchos socialistas llaniscos.

Toda esta herencia, cuyo peso podía abrumar al más pintado, la recogió y enriqueció Aquilino Cortina, fallecido hace justamente un año en La Habana. Quilino, como le llamábamos sus amigos y compañeros, fue designado Presidente de la Casa del Pueblo entreguina por la comarcal de UGT en los inicios de los 80. Lo fue durante una década y la compaginó con la Secretaria General de la sección de la agrupación socialista de San Martín del Rey Aurelio entre 1988 y 1994.

Perseverante hasta el máximo, se empeñó en rehabilitar la magnífica sede que presidía, teatro incluido. Se consiguió gracias al programa del “V Centenario” del Ministerio de Cultura y a un viaje con Chus Pedro, tan hermano suyo como Humildad y Juan Carlos, para lograr la complicidad de Ignacio Quintana, subsecretario de dicho organismo y proclive, como buen asturiano, a los proyectos de la tierra.

Leal a las robustas raíces socialistas locales, durante su mandato en la sección socialista del Entrego, se mantuvo fiel a las mismas, lo que le reportó disgustos políticos, personales y profesionales con la mayoría villista de la FSA. Ninguno logró torcer su trayectoria. De talante próximo e integrador, intentó, siempre y pesara a quien pesara, ser conciliador y mantener unidos a los compañeros que lo habían elegido.

El liderazgo de Quilino tenía en la coherencia el mejor de sus cimientos. Ello le permitió compaginar sin especiales contradicciones su ideario político con sus iniciativas empresariales. Supo ser un buen socialista y un dinámico empresario. Se inició laboralmente en la Carpintería de Tiniplo Lobo, en Laviana, la Cooperativa San Andrés. A partir del 1993 se centró en Madernalón la primera de las empresas a las que dedicó esfuerzos y afanes. Después vino Ventanal, la interior y la exterior, Effyhome y Fenelux. Trabajó con todas en España, Panamá y Cuba, donde una repentina dolencia le sorprendió inmerso en una intensa actividad empresarial.

Si política y empresa fueron muy importantes para él, la música no lo fue menos. Le gustaba la copla, el flamenco, la toná, el tango… Tenía una sensibilidad especial para ella y de músicos fue protector y bienhechor. Actuaron en su rincón de Bezanes Blanca Quiroga y Gaspar, Anabel Santiago, Chus Pedro, Luis Gardey, Emilio José, Pepe Domingo Castaño, Cuarteto Torner, Héctor Braga, Collado… Le enamoraba la canción, incluida la tradicional innovada. Defendía, como en su práctica política, la mistura, la fusión. La influencia del flamenco en la toná, por ejemplo.

Pero siempre con familia y amigos, sus otras grandes pasiones. Con su padre Aquilino y su madre Gelinos. Con su mujer Charo y su hija Aida. Con sus hermanos de sangre y otros de querencias profundas. Y con sus innumerables amigos.

Todos admiramos su dignidad, su valentía y su inconformismo creativo. El que aplicaba para rebelarse ante las dificultades y buscarles remedio. Él como James Baldwin, intelectual negro y gran referente, defendía: “Dejad de huir de la realidad y empezad a cambiarla”.

Lo seguiremos intentando, siguiendo su ejemplo.

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