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José Manuel Ibáñez

Psicosis

El desmesurado acopio de alimentos ante la incierta situación actual

Tranquilos, que no me refiero a la película de Alfred Hitchcock de 1960 protagonizada por Anthony Perkins y Janet Leigh que los de edad similar a la mía, e incluso más jóvenes, menudos sobresaltos nos dio.

A la que me voy a referir es de otro tipo, y muy similar a la de hace ahora dos años justos en coincidencia con el inicio del covid, cuando inexplicablemente –al menos para mí– una buena mayoría de personas comenzaron a acaparar rollos de papel higiénico en cantidades industriales. Seguro que algunos aún no han terminado el stock.

Observo estos días atrás al realizar las compras diarias en los establecimientos de alimentación a personas poco menos que en estado de pánico, acaparando productos diversos con verdadera ansiedad, lo que conlleva la escasez, con estanterías vacías, sobre todo de cosas de primera necesidad, como suelen ser al aceite, harinas y sus derivados, conservas… y en general un poco de todo.

Asimismo los precios de la mayoría se han desbocado con subidas importantes sin aparente justificación, salvo la clásica de “a río revuelto ganancia de pescadores”.

Por si fuera poco, la huelga del transporte lo complica aún más. Hace unos días el presidente Sánchez ya nos puso en antecedentes con lo de “vienen tiempos duros”. No hace falta que lo diga pues ya estamos inmersos en ellos desde hace una buena temporada, simples ejemplos pueden ser los carburantes, el gas y la electricidad, que están llevando a millones de españoles a tiritar en sus casas, o tener que pasar privaciones de todo tipo, pues los salarios y las pensiones ya no se pueden estirar más.

Consecuentemente la cesta de la compra cada vez llega más vacía a muchos hogares españoles.

Incluso algunos productos se están racionando, lo que parece que nos retrotrae a tiempos de postguerra, así lo comentan personas que vivieron aquella infausta época, y que les trae muy malos recuerdos. Vamos a confiar en que todo sea pasajero por los problemas actuales, que de rebote nos afectan siempre. Pero la psicosis de almacenar y acaparar lo que sea, está en pleno auge.

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