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Agustín Hevia Ballina

De un hijo adoptivo de Morcín para un hijo predilecto

La distinción de José Antonio García Santaclara, un orgullo para el concejo y para todos los que somos sus amigos

Te encuentras, sin pensarlo, en el periódico con una noticia gratificante, que no puede menos de llenarte de gozo, porque afecta a uno de tus amigos más cercanos y porque soy partícipe con él de la condición de Hijo Predilecto, recién nombrado él por la corporación morciniega y un servidor por ostentar con el mayor orgullo la misma categoría pero de “Hijo Adoptivo”.

Es José Antonio García Santaclara morciniego de pro, nacido el 24 de Julio de 1943 en La Cortina, un pueblo perteneciente a la parroquia de San Pedro de Peñerudes, siendo ordenado sacerdote el 1 de Julio de 1979. Ha tenido el reconocimiento como “Hijo Adoptivo” por el Ayuntamiento de Gijón. En lo Eclesiástico ejerció su ministerio, como Coadjutor en la Parroquia avilesina de San Pablo de la Luz. Trabajó, a continuación con emigrantes en París. De nuevo en Espafía, fue destinado a San Lorenzo de Gijón. Capellán de la cárcel de El Coto y fundó Fundación Siloé, en la Parroquia gijonesa de San Félix de Porceyo para atender a la reinserción social de colectivos vulnerables, como reclusos y jóvenes excluidos socialmente, discapacitados intelectuales, personas con trastornos mentales, refugiados, inmigrantes y afectados de sida para los que creó una casa de acogida con proyectos de inserción socio laboral de cooperación internacional, participando en la fundación de “Chavales en Libertad” para menores en riesgo de exclusión social.

Su acción solidaria se viene manifestando en todas las facetas de su acción pastoral y social. Ciudadano del mundo se proclama “Santa”, quien se pronuncia en estos términos: “Es terrible que nuestra sociedad rescate más bancos que náufragos”.

El actuar solidario de “Santa” se ha visto reconocido socialmente en un mundo donde se impone el egoísmo y done resulte muy escaso el sentido de la solidaridad.

Además de “Hijo predilecto” de Gijón, José Antonio ha sido premiado con la Medalla de Plata del Principado de Asturias, que bien habría merecido la medalla de oro. La Asociación moredense de los ”Humanitarios” hizo entrega a “Santa” del Premio “Colmena de Oro a la Solidaridad”, pese a que José Antonio hace lo posible por rehuir premios.

El Ayuntamiento de Morcín, considerando la dedicación solidaria de José Antonio García Santaclara y su inmenso afecto a su concejo morcinés ha tomado por unanimidad el acuerdo de nombrar al sacerdote García Santaclara “Hijo predilecto” de Morcín, la tierra de sus ilusiones y su generosa entrega al servicio de los demás, sobre todo a los afectados por situaciones de exclusión social. Altruismo, solidaridad, modelo nuevo de servicio a los demás, tal ha sido la trayectoria de José Antonio en su actividad de nuevas fórmulas de ejercer el apostolado, pudiendo parangonarse con los grandes Santos de la beneficencia en la Iglesia. La larga y poblada barba de nuestro amigo y compañero “Santa” le confiere un aire de venerabilidad, que le abre caminos a expresiones de solidaridad, que resultan difíciles de imitar.

Querido José Antonio, gracias por tanta generosidad para quienes la sociedad acoge en medida muy insuficiente. Quiero que estas palabras de cercanía y muy sincero afecto sean la expresión de la enhorabuena de un “Hijo Adoptivo” de Morcín, dirigidas, como felicitación calurosa, a un “Hijo Predilecto”, también de este concejo, donde se halla radicado el lugar más insigne de Asturias hacia donde miran los devotos de las santas reliquias de la catedral ovetense, el santuario del Monsacro, foco de atracción para todos los morcineses y para Asturias entera.

El reconocimiento a tu labor solidaria, querido José Antonio, ansío muy de corazón constituya como una palabra de aliento y ánimo en tu labor solidaria en este mundo que antes se deja vencer por el egoísmo que supone un diario Lampedusa, volviendo la mirada hacia otro lado, ya que el fijarse en la realidad del abandono y de la desesperación, en la desesperanza constituyen un rayo de ilusión ante un mundo donde la acción solidaria constituye una exigencia de entrega y generosidad. Adelante, “Santa muy querido”. Más ilusión que tú llegan muy pocos a tenerla. Felicidades y enhorabuena de corazón.

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