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José Manuel Ibáñez

Adiós a la tortilla

El impacto de la escalada de precios en la cesta de la compra y la delicada situación internacional

Adiós a la tortilla

Entiendo que casi todos estaremos de acuerdo en que la tortilla –con o sin cebolla– aparte de ser algo muy español y de que los foráneos se pirran por ella, resulta muy apetecible. Y es usual que a diario esté en variados establecimientos hosteleros el rey de los pinchos que habitualmente te ofrecen con la botella de sidra o el vaso de vino.

Imprescindible resulta también en las espichas, fiestes de prau, jiras festivas, en el día de playa y, por supuesto, en buena parte de los hogares de nuestro país, así como en reuniones de cualquier tipo, donde con independencia de gustos, no conozco a nadie que “pase” de ella,. Sirve de aglutinante para tertulias tan sabrosas como ella misma.

La brutal subida en los últimos tiempos de todo en general, pero que se nota mucho más en la cesta de la compra, afecta a productos de primera necesidad entre los que se encuentran los ingredientes básicos que la componen: Huevos 27%, Patatas 14%, Aceite 42%, a los que habrá que sumar la energía que no hace falta explicitar, que se ha puesto literalmente por las nubes.

Y me olvidaba del consabido pan con otro 14% para rematar la faena.

Nos lo están poniendo extremadamente difícil en todos los aspectos y este de la tortilla es simple muestra más de todo ello.

Un ejemplo muy gráfico puede ser en la visible reducción de su tamaño, que si en la mayoría de los sitios era ya mínimo ahora lo han retirado de su oferta gratuita.

Al paso que vamos nuestra querida tortilla está a punto de convertirse en un artículo de lujo, tan solo al alcance de personas pudientes, y prácticamente desterrado de nuestra vida diaria ¡con lo rica que está!

Mientras tanto la inflación nos sigue devorando, pero no pasa nada, la culpa es soltera, así que se carga a la guerra de Ucrania, o al malvado Putin y ahora se añade otro chivo expiatorio, Argelia, que en buena lógica estarán cabreados por el cambio de postura unilateral.

Y entre disculpas y más disculpas estamos inmersos en una situación que cada vez se hace más insostenible sin que se vislumbre solución a todo ello.

Con este panorama igual las próximas Navidades la tortilla va a ser el plato estrella sustituyendo a los clásicos de siempre. No me extrañaría.

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