Opinión
Araceli Muñiz
Orlé: la asturianía de un nombre, la dignidad de un pueblo
Una sestaferia para recuperar el nombre de Orlé y no el de "Orllé"
Orlé es un pequeño pueblo del concejo de Caso en el que aún es posible encontrar la esencia de la Asturias rural. No sólo por su características paisajísticas y etnográficas, sino también por atesorar en el carácter de sus vecinos esas virtudes que adornan a la humanidad. Esos valores propios de las gentes sencillas, tales como la generosidad, la hospitalidad y la solidaridad, que se manifiestan en el trato con quienes visitan el pueblo, o en actividades que no hace mucho fueron noticia en estas páginas; como la ayuda prestada a las víctimas de la guerra de Ucrania, confeccionando y vendiendo corazones de tela; o la colaboración en las tareas de búsqueda de las dos montañeras que este verano se perdieron en nuestras montañas.
La llingua asturiana forma parte de su patrimonio cultural más entrañable; y en esta lengua, al igual que todos los casinos y los miles de asturianos que nos conocen, llamamos a nuestro pueblo Orlé, el nombre tradicional que hemos aprendido de nuestros padres y abuelos.
Un nombre que tiene ocho siglos de asturianía, pues su primera referencia historiográfica data del año 1201, año en el rey Alfonso IX dona a Petro Garsie de Orlei sus posesiones en "ipsa villa de Orlei". Desde entonces, todos los documentos públicos y privados de nuestro pueblo, incluidos los escritos en llingua asturiana, han venido reflejando la misma grafía: Orlé.
Sin embargo, tras la publicación del decreto que oficializa la toponimia del concejo de Caso, el nombre oficial de Orlé pasó a ser "Orllé", vulnerando la ley 1/1998, de 23 de marzo, de Uso y Promoción del Bable/Asturiano, que, en su artículo 15, señala que "los topónimos de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias tendrán la denominación oficial en su forma tradicional".
Esta modificación fue posible porque, durante la instrucción del expediente para la aprobación de la toponimia del concejo de Caso, se dieron una serie de circunstancias desafortunadas. Entre ellas cabe señalar que el expediente partía del documento "Nomes de conceyos, parroquies, pueblos y llugares del Principáu d’Asturies", del año 2000, el cual, en relación con los pueblos casinos, recogía algunos errores o imprecisiones, tales como "Ñeves" por Nieves, "Guspriz" por Buspriz, "La Fo" por La Foz y "Orllé" por Orlé, entre otros. El término "Orllé" no fue corregido, entre otras razones porque la Parroquia Rural de Orlé no fue informada del inicio del expediente, ni fue convocada para participar en las sesiones de formación del mismo, ni se le trasladó el expediente con lo actuado, permaneciendo sus vecinos ajenos durante el procedimiento de fijación de la toponimia que les afectaba.
Tan sólo al final del procedimiento se remitió a los pueblos de Caso un bando con el listado de los nuevos nombres oficiales. Pero este bando, que nadie en Orlé recuerda, no subsana la obligación de audiencia a las entidades locales que establece el decreto 98/2002, por el que se establece del procedimiento de recuperación y fijación de la toponimia asturiana.
Como consecuencia se oficializó el topónimo "Orllé", el cual es unánimemente rechazado por los vecinos del pueblo ya que, además de no ser el tradicional, sólo había sido empleado muy ocasionalmente por algún forastero y en frases de carácter peyorativo o con "animus iocandi".
Ante esta anómala e injusta situación, los vecinos de Orlé, reunidos en junta extraordinaria, acordaron por unanimidad solicitar al Ayuntamiento de Caso el inicio del expediente para la recuperación del nombre tradicional de su pueblo. Esta solicitud, tras recibir el apoyo también unánime de todos los representantes políticos del Pleno del Ayuntamiento de Caso, fue tramitada a la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo.
Creemos que rectificar es de sabios, y en este caso no parece difícil, pues existe el mandato legal de que los topónimos de Asturias tengan la denominación oficial en su forma tradicional; y por otro lado, es público y notorio que la forma tradicional de nuestro pueblo es Orlé, como así lo ha señalado el Ayuntamiento de Caso y la Parroquia Rural de Orlé.
Sin embargo, tras nueve meses de espera no hemos recibido ni una sola comunicación oficial, y ante este silencio administrativo hemos tratado de impulsar el procedimiento invitando a los organismos responsables a visitarnos y a hablar con los vecinos, especialmente con nuestros 26 octogenarios, que pueden dar testimonio de que sus abuelos, sus padres y ellos mismos única y exclusivamente han usado el nombre Orlé para referirse a su pueblo.
También hemos puesto a su disposición los informes que confirman el carácter tradicional del nombre de Orlé, tales como los emitidos por auténticos conocedores de la realidad cultural y sociolingüística de Orlé como el cronista oficial de Caso, o expertos en toponimia asturiana como Xulio Concepción Suárez, entre otros.
Finalmente, hemos solicitado ser recibidos por el presidente del Principado de Asturias y por los responsables de la Consejería de Cultura, para recabar su ayuda e impulsar el procedimiento. Pero la respuesta a todas estas iniciativas ha sido el silencio o la lacónica contestación de que no nos "pueden" recibir.
En este punto, no podemos evitar sentir cierta sensación de desamparo; por lo que, al son de campana tañida y al pie del viejo roble, como es costumbre inmemorial, hemos convocado una sestaferia para recuperar el nombre de Orlé. En esta tarea todos los vecinos estamos colaborando en la medida de nuestras capacidades: los mayores están redactando escritos para dejar constancia de su testimonio; un grupo de mujeres ha escrito el nombre de Orlé con grandes piedras a la entrada del pueblo; varios jóvenes defienden el nombre tradicional en las redes sociales, mientras otros recaban apoyos en el ámbito institucional y académico. Y, mientras tanto, los niños registran en su ADN cultural la lucha de sus mayores.
Pero nuestra voz parece no llegar a los despachos de Oviedo, por eso nos gustaría invitar a aquellas personas que sientan simpatía por nuestro pueblo a que nos ayuden en esta sestaferia.
Orlé necesita la solidaridad de todos para que, uniendo su voz a la nuestra, hagamos llegar al Gobierno del Principado de Asturias su obligación de cumplir la ley, de respetar el acuerdo del Ayuntamiento de Caso y la voluntad democrática de los casinos de defender nuestra cultura y nuestra lengua y, en resumen, de respetar la dignidad del pueblo de Orlé.
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