Líneas críticas

Experiencias turísticas

El balneario de Lada y el fallido parque temático de Langreo, antecedentes de los planes para impulsar un sector alternativo

Francisco Palacios

Francisco Palacios

Se hizo público que el Principado presentará en breve un plan estratégico para crear la Marca Turísticas de las Cuencas Mineras. Su objetivo es promocionar su patrimonio industrial y cuenta con un presupuesto inicial de un millón de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation (Próxima Generación). De todos modos, creo que los valles mineros, que ya gozaban de una indudable seña de identidad, necesitarían además proyectos más específicos y ambiciosos para reactivar realmente su vida económica y social.

Volviendo la vista atrás, hace más de un siglo se ponía en marcha en Langreo una pionera y significativa experiencia turística asociada a la actividad minero-industrial. Fue en 1890, poco después de ser nombrado alcalde, cuando Antonio María Dorado se propuso impulsar el balneario de Lada como centro turístico. Se decía en la prensa que sus "aguas salutíferas competían con las más afamadas de España". El Ayuntamiento invirtió en aquel proyecto medio millón de pesetas (una cifra enorme entonces) en las obras de la fuente, "con el objeto de ofrecer un buen atractivo a los numerosos agüistas que nos honran con su visita".

Experiencias turísticas

Experiencias turísticas / Francisco Palacios

Al no existir en aquellos tiempos muchos alicientes veraniegos, el balneario de Lada se convirtió en el lugar de reunión de "distinguidas familias" y personalidades regionales del mundo de las finanzas, la industria, el arte, la judicatura o la religión. También llegaban a Lada gentes de Madrid, León y otras regiones castellanas. Eran tiempos favorables para los negocios mineros.

El propio Dorado, como maestro de ceremonias, aprovechaba la ocasión para agasajar a los "ilustres huéspedes" con espléndidos banquetes, fiestas, conciertos musicales y "didácticas excursiones turísticas" por Sama, La Felguera y Ciaño "para contemplar un paisaje verdaderamente maravilloso y admirar, entre otros alicientes fabriles, la fabrica de los señores Duro". Una especie de simbiosis entre cultura y naturaleza.

Con la muerte de Dorado en 1910, aquellas reuniones estivales fueron perdiendo su ilustre inicial. Los avatares sociales y políticos de los años siguientes supusieron un duro golpe para el balneario de Lada.

Durante la Segunda República aparecen en la prensa anuncios como este: "¡Turistas! Visitando la cuenca carbonífera de Langreo conoceréis el valle más importante de la región en lo concerniente a la hulla". Pero ya no eran tiempos propicios para los negocios y las excursiones turísticas.

Hubo posteriormente otros proyectos fallidos por distintas razones. Así, en 1968 se presentaba en Oviedo un informe del economista y profesor holandés Leonard Hendrik Klaassen en el que pronosticaba un futuro poco halagüeño para las comarcas mineras. Sostenía que las minas deberían ser cerradas, fomentando en cambio la agricultura y el turismo como principales actividades económicas.

Hubo una radical oposición al informe por parte de un influyente sector político: sostenía que su aplicación perturbaría gravemente "la paz social" en las Cuencas. Precisamente, un año antes se había constituido Hunosa.

Y hace unos treinta años, en lo que hoy es Langreo Centro, se planeaba construir un sofisticado parque lúdico-temático que atraería a "cientos le miles de personas". El proyecto suponía una radical mutación hacia un modelo socioeconómico basado en un turismo posmoderno y masivo. Pero fracasó pronto, entre otras razones, porque carecía de financiación para llevarlo a cabo.

En resumen, sobre el soporte efectivo en que debería apoyarse el futuro de las cuencas mineras, el prestigioso economista y catedrático José Luis García Delgado manifestaba hace unos años en el Museo de la Minería que los mejores servicios eran sin duda aquellos que siguen a la industria y que el sector terciario no debe sustituir a la base industrial, sino acompañarla y complementarla, pues los servicios deben seguir a las industrias como la sombra al cuerpo.

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