Desde la Meseta

El candidato

Tamames en la moción de censura

Luis Alonso-Vega

Luis Alonso-Vega

Hemos pasado por un cansado debate que nos hizo pasar por día y medio de penosos discursos, añado, aburridos por su reiteradas frases de hechos que, en muy pocos casos, se habían producido. Y en otros muchos, iban a llevarse a cabo en beneficio de unos, unas y unes.

El promotor del debate fue Vox y quien dio la cara contra toda una Cámara fue el jubilado catedrático Ramón Tamames, que había abandonado la política unos cuantos años atrás. Con sus aún lúcidos 89 años, dio a los diputados una extraordinaria lección de historia de España que muy pocos agradecieron y otros muchos no quisieron escuchar y aguantaron sonriendo por su ignorancia, que el propio Tamames les perdonó, porque el profesor no se perdió palabra alguna de aquellos que de políticos poco tenían.

Y, ayer voto de censura, se lo llevó el diablo tal como estaba previsto, donde el único que se lució fue el señor Tamames, porque aburridos y torpes oradores, solo fueron aplaudidos por sus amigos y fieles seguidores, votantes del no. Los del sí solo fueron 52 más 1, que no obstante haber perdido salieron satisfechos de su idea llevada a cabo, cosa que se apreció al haberse retratado a la salida del hemiciclo con el candidato y el presidente de Vox.

No hay que olvidar que algunos oradores y «oradoras» sobre todo, toda y tode, aprovecharon para llevar a cabo mítines de cara a las elecciones de mayo: que cara más dura.

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