A contracorriente

Lectura de un paisaje

La aparición de unos vestigios medievales en Bezanes, Caso

Carlos Cuesta

Carlos Cuesta

La observación y apreciación de las distintas formas de relieve y los contrastes que nos rodean nos lleva sin lugar a dudas a interpretar la realidad de un determinado paisaje. Y estos días aprovechando la visita a San Salvador de Sobrecastiello en Bezanes -Caso- en el Parque Natural de Redes pude comprobar con soltura y detenimiento la manera de acercarme a unos entornos que por muy vistos siempre sorprenden y llaman poderosamente la atención.

En esta ocasión la cita en Sobrecastiello, en el cruce del río Monasterio con el padre Nalón, venía motivada por la reciente aparición de unos vestigios medievales procedentes, con toda seguridad, de un antiguo monasterio ubicado en esa zona. En este encuentro participaron el alcalde casín Miguel Fernández, el arqueólogo y profesor de la Universidad de Oviedo Elías Carrocera, el Presidente de la Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata de Pola de Laviana-Alto Nalón Fernando Rodríguez Pandiella, Eugenio García, ex alto cargo de Bomberos de Asturias y estudioso de la historia local y el que suscribe. Una jornada intensa agarrada a un paisaje muy estudiado entre recorrido geológico y accidentes geográficos que el experto en arqueología Elías Carrocera calificó de excepcional con unos valles bien definidos, unas laderas bien moldeadas, el Nalón conformando territorio, una frondosidad feraz y unas masas de roca con sus alturas escarpadas donde los diferentes bosques se aprecian en una visual momentánea. Me consta que Elías Carrocera en este periplo por Redes se sintió honrado y feliz por acercarse con sosiego y pasión a una interpretación de un enclave afectivo y cargado de razón. Todo un panorama atrayente y enriquecedor ante sus ojos un día primaveral con luz diáfana y un verdor inusitado. Una lectura para todos los presentes con la pátina profesional de un amante de la historia antigua y paleolítica.

Y en Salvador de Sobrecastiello estaban esos vestigios en forma de columnas sogueadas sujetando un tramo de calzada que pronto se van a recuperar para que el arqueológico de Oviedo dictamine su destino. Elías Carrocera analizó el descubrimiento y todo apunta a que conformaban parte de un claustro de un cenobio monacal de época medieval dentro del Camino de Santiago por estos lugares de vida rural y realengo de crónica y epopeya. Remembranzas de ayer para conocer el momento actual. La visita patrimonial y ambiental se cerró en la taberna-restaurante La Tropical donde Marcelina, su hija Marta y su marido Alejandro ofertaron lo mejor de su despensa doméstica. Fabada, picadillo y las mejores carnes del lugar, en un tiempo de amistad y placer sensorial. El paisaje de aquí es lo que tiene y representa. Toda una lectura.

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