Tribuna

Apellidos singulares de Caso

El concejo se cuenta entre los asturianos con más singularidades en los nombres de familia

Pedro Rodríguez Cortés

Pedro Rodríguez Cortés

El municipio de Caso, a pesar de ser uno de los de menor población de Asturias, registra quizá el mayor número de apellidos singulares, algunos casi exclusivos. Se dan también, por supuesto, los más frecuentes nacionales, como Fernández, el más abundante en el concejo; Martínez, García o Rodríguez, y los regionales Hevia, Cueto, Valdés o Palacio. Otros concejos con apellidos singulares en Asturias son Villaviciosa, Siero y Llanes. Sin embargo, hay muchos municipios que no aportan singularidad alguna.

A principios del pasado siglo, un censo de población habría permitido con absoluta fidelidad el asentamiento tradicional de los apellidos en un altísimo porcentaje, originado por la carencia de comunicaciones por ferrocarril y carretera en una sociedad marcada por su elevado componente endógeno.

La tradición de la prevalencia del apellido del padre sobre la madre ha supuesto la extinción de los apellidos maternos, hasta la entrada en vigor en junio de 2017 de la ley que permite la permuta del apellido de la madre por el del padre, garantizando la supervivencia del materno y, de paso, superando situaciones indeseadas como las de quienes arrastran apellidos disonantes como, por ejemplo en Asturias, Braga (Langreo) o Pis (Colunga), que con frecuencia traían de cabeza a sus titulares en las escuelas, universidades, empresas, servicio militar...

Dentro de la singularidad de los apellidos de Caso hay que matizar algunos aspectos. Los Lobeto, Aladro y Gallinar, muy frecuentes en Caso, comparten implantación con Piloña. Traviesas también existe en Ponga. Hay algunos apellidos singulares de carácter nacional que tienen mucha presencia en el concejo, como Calvo y Lozano en Bezanes, monopolizador de los certámenes de la artesanía de la madreña en la posguerra. Menudean otros que se dan en otras zonas de Asturias, como Acebo, Caldevilla, Posada, Santos, Vega, Pereda, Miguel o Durán.

A falta de un censo de principios del siglo XX y tomando como base simple de datos la guía telefónica, observamos la desaparición como primer apellido de Moritán o Isoba, y sólo figura un registro de Berrocal, apellidos que en otro tiempo tuvieron protagonismo.

Para no cansar al lector con las peculiaridades o asentamientos de los apellidos, vamos a relacionar, al margen de los citados, otros tan tradicionales como Barrial, Bartolomé, Capa, Capellín, Coya, Corral, Diego, Gao, Poli, Portugal, Simón, Testón o Toribio

En los otoños-inviernos, dada la crudeza del clima, se producía un éxodo estimado en unos cien vecinos de Tarna y Pendones, que abandonaban sus pueblos para subsistir con su oficio de madreñeros en climas más templados. En ocasiones, estos cambios temporales de domicilio se convertían en definitivos. Recordamos al madreñero Alberto Testón Simón, vecino de Pendones, que llegó hasta el lejano Siejo (Peñamellera Baja), donde hizo madreñas durante 50 años.

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