Opinión | A mi aire

Envidiosos

No hace falta explicitar mucho que en nuestro país, o lo que vaya a quedar de él, existen dos aficiones que priman sobre el resto: el fútbol y la envidia.

La futbolera es un tanto pasional, pero la otra resulta un peligro, pues lleva aparejada consigo la maledicencia con tal de denigrar sobre quien se usa. Pero la conclusión es que ambas conforman los deportes con más adictos entre los españoles.

Toda persona que destaque en cualquier actividad, sea la que sea, aunque simplemente se dedique a lo suyo sin preocuparse del resto, va a tener siempre agazapados detrás a los profesionales de la maledicencia y la envidia con comentarios corrosivos que dejan caer a lo suave, denigrantes y mordaces. El muestrario resulta muy amplio.

Todo ello con la pretensión de minimizar los logros de la persona a la que van dirigidos, a la que incluso bautizan con motes despreciativos.

Esta fauna despreciable y falsa cultiva además la hipocresía cuando coincide con aquellos de quienes denigra, prestos a adularlos con abrazos y palmadas que en cuanto se dan la vuelta se convierten en críticas ácidas. Sinvergüenzas y caraduras.

Hecho este preámbulo cambio el tercio, y me referiré a otra "envidia" mucho más sana y nutritiva. A ello voy: En la vinoteca –bar y tienda– L´Antigua donde tertulio a diario, sortean habitualmente jamones de calidad. Aunque jocosamente traen "entretenido" al grueso de la clientela, dado que hasta cuatro veces han favorecido al mismo parroquiano, todo ello sin que exista posibilidad de "amaño" alguno, pues va condicionado al cupón de la Once. Y el agraciado, que a este paso podría montar una charcutería, la única táctica que utiliza es esperar a que queden dos o tres números que nadie quiso y adquirirlos.

Así que esta vez y en contraposición a la malsana, esta forma de envidia resulta justo lo contrario, sobre todo de naguar por la excelente pinta de los jamones, eso sí, con constantes chanzas y bromas a Canor, Alvaroy Lydia, que tras la barra lo llevan con buen humor. Expectantes quedamos a ver a quién le toca el próximo. Se admiten apuestas.

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