Opinión | Desde mi atalaya turonesa

Palabras que no se lleve el viento

Un decálogo de propuestas para reflotar el valle de Turón

El cumplimiento de una decena de proyectos como el que se exhibe a continuación marcaría a nuestro valle de Turón la ruta a seguir para caminar con decoro rumbo al futuro. Estamos en el nuevo siglo del que ya hemos consumido las dos primeras décadas y seguimos en caída libre, en todos los aspectos (laboral, económico, demográfico...). Debemos de ir pensando en la creación de una comisión, representativa de toda la zona, que, con razones pero también con firmeza, presentara estas y otras propuestas al Ayuntamiento de Mieres para que, a su vez, las eleve a las altas instancias del Gobierno del Principado. Son las siguientes: 

  1. Trazado de una doble calzada entre Figaredo y L’ Arquera. En Figaredo, precisamente, habría que realizar el enlace con la autovía a la altura de Vega Piqueros. En una segunda fase sería necesario extender el desdoblamiento de aquel vial hasta La Cuadriella. De esta manera se rompería el aislamiento del valle y se favorecería la instalación de empresas tanto en el polígono de La Cuadriella como en el lugar de L’Arquera. También se precisaría rehabilitar la llamada "carretera de Hunosa" desde el pozo San José hasta La Rebaldana, aprovechando la antigua "caja del ferrocarril de Vía Estrecha". 
  2. Una vez restauradas las instalaciones de los pozos de San José y Santa Bárbara, aplicarles una utilidad cultural (museo, sala de exposiciones, salón de actividades múltiples, conexión con otras rutas turísticas…). 
  3. Liquidación sistemática de las montañas de estériles de La Vegona, El Fabar, La Escribana y Peñule. Así se recuperaría la belleza primigenia del paisaje y se tendría la posibilidad de dar diversos usos a esos nuevos espacios naturales. Nada de reforestar; al contrario, eliminar esa "basura" que dejaron las explotaciones hulleras de antaño. Bosque ya tenemos bastante, y en cuánto la escombrera de San José, eliminarla completamente hasta el nivel del barrio de San Francisco. Así ganaríamos una importante explanada que se podría usar a lo largo del año para actividades múltiples. Eso sí, respetando la carretera que asciende hasta el cementerio. 
  4. Realizar, de una vez por todas, una sensata parcelación del polígono de La Cuadriella. 
  5. Ubicación en el antiguo colegio lasaliano de una residencia geriátrica, pues en el momento presente el valle contiene una población que está entre las más longevas de la región. 
  6. Transformación de L’Arquera en un lugar especializado en nuevas tecnologías (electrónica, informática…). 
  7. Remodelación de la carretera al monte Polio con la finalidad de explotar los recursos turísticos que ofrece la zona. 
  8. Inauguración de una escuela infantil de cero a tres años para permitir a las jóvenes madres la incorporación al mundo laboral.
  9. Solicitud de creación de la marca "Valle de Turón" con código postal unificado para registrar a todos los vecinos asentados entre Urbiés y el barrio del Aprocedorio en la parroquia de Figaredo. 
  10. Compromiso del Gobierno regional, a través del Ayuntamiento de Mieres, para conseguir la declaración de nuestro valle como "Patrimonio industrial de la minería española". 

Para hacernos oír ante las autoridades competentes necesitamos, no cabe duda, mucha voluntad, mucha constancia en nuestras reivindicaciones y mucho convencimiento por nuestra parte de que el valle no está lejan, ni es periférico (como hemos oído decir hace años a algún mandatario de forma peyorativa). Porque la realidad apunta hacia todo lo contrario: el valle de Turón está en el corazón de Asturias y, además, tiene tras de sí una historia industrial muy brillante de la que todos debemos de estar orgullosos. Tomadas estas consideraciones como parámetros fundamentales de nuestras exigencias, como armas sofisticadas para nuestra lucha, estaremos preparados para conseguir la victoria. Nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán, así como nosotros agradecemos a nuestros mayores, mineros de Turón, el esfuerzo heroico que soportaron sobre sus hombros para que esta tierra tuviera una historia brillante y su gesta quedara grabada con letras de oro para siempre. 

La empresa no es fácil, pero Dilma Russef, que, como todos sabemos, fue presidenta de Brasil en los primeros años del siglo XXI, tenía la clave para dar solución a nuestro grave problema. Decía Dilma que "para conseguir los objetivos propuestos es necesario superar los límites de lo posible". Por eso os digo, turonesas y turoneses, que no permitáis que el viento se lleve estas palabras. Recordarlas siempre. Utilizarlas en cualquier momento, no importa el tiempo transcurrido pues nunca perderán vigencia. Además, estas frases, estas ideas, son muy vuestras porque sabíamos que vosotros las llevabais dentro. Son vuestra tragedia y nuestra esperanza porque vosotros sufrís y adoráis a Turón tanto como nosotros porque sois hijos de este valle, al igual que nosotros, y para él queréis lo mejor como es natural. 

Vuestro sentimiento, vuestra rabia contenida, vuestra desazón por la deriva peligrosa que tomó el territorio, por esta travesía del desierto tan dilatada a que nos han sometido, por esta larga marcha que estamos padeciendo, por este calvario que nos han puesto por prueba y que resulta interminable, por esta penuria a través de un túnel que no se acaba nunca, nos señalaron el camino. Nosotros fuimos, pues, el instrumento que vosotros utilizasteis para que estas palabras fueran difundidas, fueran conocidas, para que transcendieran a la opinión pública pero, en realidad- insistimos- fuisteis vosotros, turoneses del alma, con vuestros problemas, con vuestra tierra burlada y pisoteada, los que nos trazasteis la senda a seguir, la directriz para que todo ese drama emergiese y quedase grabado a fuego en nuestra imaginación como una hecatombe permanente. 

Turonesas y turoneses, no permitáis que el viento se lleve estas palabras. Palabras meditadas con el más profundo de los sentimientos. Palabras escritas con la mejor de las intenciones. Palabras aireadas con el más noble de los propósitos como es el de llegar a ver, a contemplar con nuestros propios ojos, la rehabilitación de la tierra amada. Palabras que intentaron llamar la atención, que quisieron hacerse sonar ante la sordera gubernamental. 

Turonesas y turoneses, no permitáis que el viento se lleve estas palabras que hoy albergáis en vuestro pecho y esperamos que algún día sirvan de inspiración a una nueva casta de jóvenes salidos de vuestras entrañas, sangre de vuestra sangre, que con renovados bríos, exijan para esta tierra tan maltratada, tan vilipendiada, tan humillada, el verdadero desarrollo, la necesaria expansión, el anhelado progreso al que Turón aspira por dignidad y el que Turón por justicia se merece.

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