Opinión | Los recuerdos de mi lápiz

Aquellos chigres de antes

El paso del tiempo no sólo modela nuestras figuras, sino que hace cambiar lugares y costumbres. Aquellos bares, que llamábamos con cariño chigres, desaparecieron poco a poco.

Las decoraciones naturales de aquellos tiempos se convierten hoy en sofisticados modernismos propios de las generaciones actuales.

Los que peinamos años recordamos aquellos bares de paredes naturales, de barras de madera con soporte apoya brazos, mesas de mármol, estanterías repletas de botellas que marcaron toda una época.

Hoy, quiero recordar los chigres y bares de una Felguera enormemente industrial, que no cabe duda que el tiempo nos arrebató.

Sería interminable nombrarlos a todos, pero sirvan de ejemplo los siguientes: "Casa Isaac" en La Pomar, sus naturales paredes cubiertas de grandes carteles taurinos, dibujaban una extraordinaria decoración. "Casa el Coz", "Casa Mirito" donde su madre Gloria cocinaba la mejor fabada del mundo. "El Chigrín" y "La Perruca" hacían famosa la carretera de Gijón. En la carretera de Oviedo, "El Covadonga" y sus caracoles acompañaban a "La Madreñona de Quelón", con "Bar Garay", "Casa El Capitán", "Bar Tuilla", para llegar a "La Traba" con su precioso merendero, sin olvidarnos de "La Bolera de Florín".

Por la carretera del Norte, en "Casa Lele", sellábamos las quinielas y "El Leonés" y "Casa Olivo", su insuperable cocina, se mezclaba con el aroma de la sidra. Desde el "Bar Deportivo de Pepito", jugador del Círculo Popular, nos acercamos al "Bodegón" y a "Casa El Fiebru" (Casa Tista) que enfrente, "Casa Rita Villar", jugábamos a la llave y a la rana.

En dirección a La Barraca, "Bar Tamargo", "Las dos Vías", "Bar Montaña" y "Casa Vaqueros" con "Bar Azul" cerraban el campo de fútbol.

Por la calle La Mierda era como un rosario de preciosas cuentas, "Casa Isolina", "Bar Asturias", con "Les Cazurrines" donde los porros de vino bendecían el sagrado néctar de tierras leonesas, animaban a "La Praviana", con el "Bar Llanes" y "El Descanso", donde Arturo y Monchín, rivalizaban escanciando increíbles culetes de sidra.

Son muchos bares y chigres que me quedan en el tintero, pero no puedo olvidarme de "La Marea" y "Casa el Chuchu" donde paraba mi suegro César Fanjul.

Parece mentira, pero todos han desaparecido y para recordarlos, mi querido lápiz dibuja el actual "La Antigua" de Canor, pues conserva la decoración natural de aquel tiempo, sus paredes y techos cargados de recuerdos, nos hace revivir los inolvidables bares y chigres de antes.

La magia del lápiz, también me dibuja con Canor y Lidia en esa "Antigua" bar y comercio que rinde culto a la decoración natural que nunca se debió perder.

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