El Puente, apuntes históricos

De los hitos de este famoso barrio de Langreo, el primero es que su nombre proviene de un legendario puente romano. Historia y leyenda son con frecuencia conceptos indisociables.

A la época medieval se remontan los llamados concejos abiertos: asambleas de vecinos que se reunían cada año en El Puente para elegir a los miembros del gobierno municipal.

Uno de los aspectos destacados de El Puente ha sido su dinamismo económico. Por ejemplo, fue un lugar privilegiado para la pesca de salmón, truchas, angulas, de las que Langreo surtía al resto de Asturias y parte de Castilla. Todavía se destacaba en el siglo XIX que esos exquisitos manjares "servían de regalo en las mesas de la Corte".

A finales del siglo XVIII, cuando empiezan a explotar las minas en Langreo, el carbón que llegaba de toda la comarca se concentraba en una gran explanada de El Puente, desde donde carreteros, arrieros e incluso a hombros de los propios campesinos lo transportaban hasta Gijón. Y otros municipios. Y desde El Puente partían las chalanas que, durante algunos años, llegaban hasta el puerto de San Esteban de Pravia como parte de un programa económico estatal motivado por la creciente demanda de carbón para usos militares ante la amenaza de Revolución Francesa.

Según las crónicas, uno de los episodios más sangrientos del paso de las tropas napoleónicas por Langreo durante la Guerra de la Independencia se libró en El Puente, donde "los huesos de muchos franceses se quedaron entre nosotros para siempre".

Y con motivo de la llegada a Langreo del primer tren mixto de viajeros y mercancías procedente de Gijón, hace 170 años, tuvo lugar en "La Garduña", una "fonda de señorío" situada cerca de las estación, uno de los banquetes populares más sonados de Asturias en aquellos tiempos.

Años después, ante la enconada polémica surgida sobre la ubicación de un colegio de Bachillerato en Langreo se aconsejaba que, por ser el término medio entre Sama y La Felguera, el colegio debería establecerse en El Puente, debido a las viejas enemistades que había entre ambos pueblos. Definitivamente, el centro educativo se instaló en Sama.

Asimismo, las fiestas de San Lorenzo, que fueron las primeras fiestas oficiales de Langreo en la era industrial, se celebraban en El Puente subvencionadas por el Ayuntamiento y apoyadas por la sociedad Duro y Compañía (después Duro Felguera).

En la II República, uno de los centros culturales más activos de Langreo fue el Ateneo Libertario de El Puente, cuyo primer objetivo era "educar a la clase trabajadora libre de todos los prejuicios políticos y religiosos y hacer hombres dispuestos a colaborar al derrumbamiento de esta nefasta sociedad e implantar otra de más convivencia social, donde no haya explotados, donde todos seamos hermanos".

Y, en circunstancias políticas muy diferentes, Langreo tuvo dos alcaldes del barrio de El Puente: José Álvarez Valdés, que fue el primer regidor de la época franquista, y José María García Gutiérrez, que fue el primero de los alcaldes de Izquierda Unida (IU) en el período democrático.

Por último, en buena parte de este siglo, El Puente ha sido especialmente castigado por el soterramiento de las vías del ferrocarril Langreo, cuya "brecha ferroviaria" está a punto de cerrarse. Lo que ahora se espera de las instituciones políticas es que se reparen los daños causados, y se dote también a ese barrio de unas dignas infraestructuras urbanas. Un beneficio además para todo el concejo.

A tal fin, la plataforma ciudadana por el soterramiento, que ha venido manteniendo durante varios años una muy encomiable lucha cívica, sigue activa convocando movilizaciones para que se lleven a cabo las necesarias y urgentes obras de restauración en una zona muy damnificada.

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