Opinión

Inquietud por el futuro de la térmica de La Pereda

Contra la quema de basura

La "política verde" y la Agenda 2030 indican que es necesario reconvertir infraestructuras como la Térmica de Mieres desde su original concepción –que era la quema de carbón– hacia la generación de energía mediante la combustión de otros materiales menos nocivos (como por ejemplo la biomasa). Es importante hacer hincapié en ese aspecto de "menos nocivos" porque ello no establece que la quema de biomasa se sitúe en "riesgo cero" de emisiones tóxicas puesto que toda combustión genera sustancias (ya sean volátiles o no) que en contacto con el suelo, el agua y la atmósfera pueden resultar dañinas en mayor o menor medida para los organismos vivos.

En todo caso, asumiendo que el riesgo cero puede ser una quimera en cualquier actividad, es evidente que existe desde hace tiempo la preocupación en nuestros concejos por la presunta mutación de las actuales centrales térmicas en plantas de incineración de basuras lo cual genera incertidumbre y miedo en la población (no solamente mierense sino de toda la zona central de Asturias, ya que no olvidamos que se pretende quemar basuras también en Serín y presuntamente en la cementera de Veguín y que los materiales de ceniza de La Pereda serían vertidos en una escombrera del vecino concejo de Langreo).

La quema de las basuras ha sido planteada desde hace años como solución definitiva (mediante la adecuación de cementeras, hornos, térmicas, etcétera o la construcción de incineradoras) para desembarazarse de la ingente marea de plásticos y otros elementos de desecho que crece exponencialmente en sociedades como la nuestra.

Al temor por el impacto en la salud (aspecto prioritario con diferencia) también se añade la preocupación por el impacto económico pues lejos de ser positivo por la más que dudosa creación de empleo podría ser muy negativo al devaluarse los bienes raíces y perjudicar a sectores como la hostelería, turismo y comercio.

Es importante decir que quienes nos oponemos a la quema de basura en la térmica no estamos contra la diversificación de Hunosa ni contra la defensa del empleo en nuestros territorios. Muy al contrario, pretendemos la generación de riqueza sin que tengamos que cambiar salud por salario como ya ocurrió a lo largo de la historia cuando nuestros mayores para llevar el sustento a los hogares tuvieron que pagar el tributo de la silicosis y otros muchos males en la minería del carbón o la muerte prematura casi inevitable en las minas de mercurio.

La movilización ciudadana que está creciendo en Mieres se focaliza en contra de la quema de CSR en La Pereda siendo los CSR (Combustibles Sólidos Recuperados) un producto elaborado con basura. No contra la prosperidad, el progreso ni la creación de empleo.

Sea como fuere, es un hecho incontestable que dichas plantas de quema de residuos que algunos califican como "inofensivas" suelen ubicarse en zonas económicamente deprimidas, con altas tasas de paro, con escasa capacidad de movilización social y sin embargo no constan datos de que se instalen jamás en barrios de alto poder adquisitivo ni en las cercanías de zonas de ocio y recreo elitistas.

Por otra parte encontramos que Asturias es una comunidad autónoma donde los planes de gestión de las basuras, un ejercicio tras otro, arrojan cifras preocupantes porque se producen desperdicios urbanos en cantidades mucho mayores que aquellas otras que son capaces de reciclar y, además, porque las alternativas de reciclaje más eficientes son también más caras y en los planes diseñados para gestionar este problema una y otra vez se señala la incineración como método de elección para destruir determinados materiales.

Por todo lo expuesto parece claro que Cogersa tiene un excedente de basuras a gestionar y el Gobierno del Principado una tremenda dificultad para cumplir los objetivos en materia ambiental relativa a reciclaje de residuos urbanos mientras que Hunosa dispone de la térmica de La Pereda para quemar CSR.

Ante semejante panorama cabe hacer un llamamiento al Gobierno de Asturias, a los ayuntamientos de la zona central que parecen ponerse de perfil como es el caso del alcalde de Mieres quien si bien ha expresado su rechazo a la incineración de CSR también ha dicho que no podrá frenar su implantación y ni siquiera –añado yo- ha podido promover en el seno de Izquierda Unida que se movilice el Gobierno de Asturias, del cual IU es parte integrante.

Quisiera por mi parte extender dicho llamamiento a los sindicatos, asociaciones y agentes sociales, sociedades científicas y muy especialmente a aquellos colectivos profesionales relacionados con la salud y con el medio ambiente para que den un paso al frente y se posicionen abiertamente.

Esperemos que el buen criterio y la sensatez de quienes tienen capacidad y potestad para evitar la quema de CSR no hagan que los lemas de "Asturias, Paraíso Natural" y "Mieres, un lugar para vivir" tengan que verse reducidos a reclamos publicitarios carentes de sentido y contradictorios con la realidad.

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