Una imagen vale más

Hace unos días, después de esperar tantos años, se ha hecho realidad el soterramiento de un tramo del antiquísimo Ferrocarril de Langreo; recordemos, el segundo inaugurado en España, con un recorrido de Gijón a Laviana y viceversa, con aquellas máquinas a vapor que, si teníamos el atrevimiento de asomarnos a una de sus ventanillas, el hollín penetraba en nuestros ojos y, peor aún, si nuestra vestimenta era blanca o blanquecina, fuese una señora o caballero, nos disgustaría tener que cambiar de indumentaria al llegar al destino.

Más los tiempos han cambiado y hoy, aunque lentos, muy lentos, aquel ferrocarril se le observa limpio e incluso más rápido. De aquellas negras y aceradas máquinas, hoy nos las pintan hasta de variados colores y sus vagones de viajeros pueden tener hasta aire acondicionado, siempre y cuando una determinada avería no nos impida llegar frescos o nos obligue apearnos y tener que ir "por el coche se San Fernando" que ya conocen ustedes y, de cuando en vez, seguimos observando. Más hoy entro en otro tema y me remito al susodicho soterramiento en la zona ferroviaria de Langreo. Veamos.

En LNE se publicó una ilustrativa foto donde se observa cómo la delegada del Gobierno en Asturias, pone su mano sobre el hombro del alcalde de Langreo, en cuyo momento me hace recordar al histórico rey Arturo, nombrando caballero de la Tabla Redonda a uno de sus fieles y batalladores hombres.

También pienso que a lo mejor, la Delegada del Gobierno se siente más generosa y pone igualmente pone su mano sobre el hombro del presidente del Principado y ambos, éste último y el referido Alcalde, solucionan los problemas que les acucian. Seremos optimistas.

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