Opinión

Francisco Ortega Suárez

ETA y el huevo de la serpiente

La Casa de la Buelga acoge la presentación del libro de Sánchez Gatell

El final de la dictadura franquista no fue un periodo fácil y no estuvo exento de violencia. El libro que se presenta esta tarde en la Casa de la Buelga (19.00 horas) , "El huevo de la serpiente, el nido de ETA en Madrid", editado por la editorial Betagarri Liburuak, lo constata. Su autor, Eduardo Sánchez Gatell, nos relata los hechos que llevaron al terrible atentado con bomba en la cafetería Orlando de la calle del Correo en Madrid el 13 de septiembre de 1974, con el resultado de 13 muertos y más de 80 heridos.

Se buscaba en este caso asesinar al mayor número de policías, ya que al estar la cafetería cerca de la antigua sede de la Dirección General de Seguridad, era visitada por los miembros de la fuerzas policiales que allí trabajaban. Fue perpetrado por ETA V Asamblea, que poco después se escindió en dos, continuando la estela de barbarie la rama denominada ETA militar. De ahí el nombre del huevo de la serpiente para este libro, ya que fue el inicio de la trayectoria criminal que tuvo en jaque a la sociedad española hasta su disolución por derrota en octubre del 2011.

Había habido un antecedente unos meses antes, exactamente el 20 de diciembre de 1973, el atentado también perpetrado por ETA en la llamada operación Ogro, por la que fue asesinado también con bomba el Presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, que estaba destinado a ser el sucesor de Franco. En ambos sucesos fueron colaboradores necesarios el escritor Alfonso Sastre y su mujer Eva Forest, militantes de extrema izquierda en aquel momento, pero que habían sido militantes del Partido Comunista de España (PCE), del que habían sido expulsados, y que prestaron toda la infraestructura y el sustento ideológico para el atentado. Aquella pareja sostenía la perversa teoría de "cuanto peor, mejor", que en este caso pretendía abortar la transición de la dictadura franquista hacia una salida democrática. La instrumentación para lograr este objetivo se basaba en otro principio al uso, el de acción-reacción, y consistió en llevar a cabo unos atentados brutales involucrando al PCE al que se acusó de colaboración, que provocaran la respuesta inmediata del aparato franquista. En efecto, así ocurrió y la tímida apertura del régimen de la dictadura se cerró. Tal fue el descrédito por la barbarie perpetrada que ETA no reconoció su autoría hasta el lejano año 2018.

Eduardo Sánchez Gatell refiere los acontecimientos de aquella época, centrados, sobre todo, en el episodio de la calle del Correo, pero no como historiador, sino como testigo prácticamente único, presencial y en primera persona. De hecho fue detenido y pasó 18 meses en la cárcel, aunque posteriormente el tribunal militar se inhibió de su caso por terrorismo y lo pasó al Tribunal de Orden Público (TOP) con los cargos de asociación ilícita y propaganda ilegal. El libro da testimonio de los oscuros manejos de la pareja Sastre-Forest, su sectarismo antes y después de la prisión con sospechas de trato de favor por parte del sistema represor franquista.

Pero sobre todo, nos encontramos ante un libro, el cual no es solo un testimonio de los errores propios, los de juventud, los peligros del adoctrinamiento y radicalización, y por supuesto el ambiente de represión franquista que se vivía y el drama carcelario que supuso su detención, sino que también es una lectura amena, honesta y conmovedora.

Una vacuna contra el fanatismo y el adoctrinamiento. En cualquier caso un libro imprescindible para construir la verdadera memoria histórica de nuestro pasado más reciente.

Sánchez Gatell, nacido en una familia comprometida en la lucha contra la dictadura, empezó su actividad política a la temprana edad de 14 años en el movimiento estudiantil de las enseñanzas medias, siendo detenido por primera vez a los 17 años. Ingresó en el PCE en 1977, donde militó hasta 1992 y posteriormente en Izquierda Unida, hasta 1998, en la corriente "Nueva Izquierda". Más adelante se incorporó al PSOE en el año 2000. Fue diputado por dicho partido en la Asamblea de Madrid hasta 2007. Hoy en día sigue militando en el PSOE.

Psicólogo de profesión, Sánchez Gatell, ejerció la misma como psicólogo comunitario en la sanidad pública durante cuarenta años hasta su jubilación.

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