Opinión

La izquierda, a la izquierda de la otra...

Sobre los casos de corrupción en el Partido Socialista

Desde aquel 15M en el que España se puso patas arriba por iniciativa de cientos de jóvenes, que soñaron e hicieron soñar que se podía cambiar, si no todo, algo de la política de aquel entonces, ya llovió; por extensión de lo anterior, surgió una organización política, que de aquella no era tal, sino un instrumento, una herramienta que quería transformar el país. Tenía en su haber que era joven y preparada por gente también preparada. Así estaba aquel tiempo ya pretérito. Un tiempo que a mi juicio se olvida actualmente.

Después de aquello, hubo un gobierno de coalición de izquierdas. El PSOE era ya bendecido por la izquierda "real", pudiendo formar gobierno con todo el abanico de la "rojería" patria. Lo que ocurrió posteriormente ya lo sabemos y estamos en ello.

La izquierda a la izquierda de la otra, tal y como está actuando, es un decir, uno se pregunta, si ha perdido la fe y la esperanza, ya no en "los cielos", que están muy altos, sino en la simple tierra que pisamos. Pero no, no ha perdido nada de lo dicho, lo que ocurre es que no está en la tierra política. Se fueron y no han vuelto.

Tuvieron un capital político y social que solo el PSOE, en los ochenta tuvo. Por diversas causas lo han perdido y no solo por la injusta y grosera persecución mediática que sufrió Podemos. Hoy, esa izquierda desarbolada y plañidera no encuentra el norte.

Uff, que mal está la cosa, y cómo huele a azufre, que diría el bueno de Hugo Chávez, se quejaba hace días, en plan plañidero, un líder de esa izquierda alternativa. Qué negro panorama, si se compara con aquel 15M en el que todo era fraternidad y movimiento de manos hacia arriba, con giros a derecha e izquierda.

Y con todo el panorama político actual y esta izquierda adormecida aparece, otra vez, la corrupción en el PSOE. Tres individuos, de momento, han puesto en jaque, ¿mate?, al partido socialista y tal vez al gobierno, con todo el ecosistema político que lo apoya. No nos engañemos, no solo es el PSOE quien está fastidiado, sí es de donde sale la deshonesta e impresentable corrupción. Sin embargo, toda la izquierda está en un paquete delicado. El embalaje dice: "material delicado, póngase hacia arriba".

Lo que está en juego, en mi opinión, no es solo la continuidad y estabilidad del Gobierno, es el alma misma de la democracia. Con una derecha de "corruptos premium y cutres", en frase célebre de Rufián, y una extrema derecha teñida de fascista, que según algunas encuestas podrían gobernar, la antesala del autoritarismo está servida y dispuesta para evacuar hacia el sumidero de sus negras aguas algunas leyes que actualmente tenemos.

Añádase a lo anterior la debilidad manifiesta de la izquierda alternativa: Sumar, con los grupos en su seno, IU entre ellos, hoy en el gobierno, no suma: Sumar no supera el 7 % en intención de voto según los últimos sondeos, siendo las expectativas electorales bastante negativas. Sumar,está sobreviviendo, pero carece de liderazgo político.

Podemos, recupera su discurso rompedor y se dirige a quienes, piensa, aún están en su onda. Sin embargo, mantiene una expectativa muy baja. Está entre el 3% y el 4,5%, en intención de voto. Su discurso, de momento, parece repetitivo de aquel que lo aupó, con justicia, en otro momento histórico. Parece, más el Pepito Grillo de la izquierda que una alternativa real. Tiene relato, como se dice ahora. Pero no parece suficiente.

Sin embargo, ahí fuera la orfandad política y social de la gente es manifiesta. Posiblemente, no haya esa desilusión que tal vez interesadamente se pregona día sí y día también. Un periodista, de un periódico nacional, les dice a esa "izquierda a la izquierda de la otra": "dejad de hablar de payasadas obsoletas de hace diez años –o incluso treinta– y salid a predicar, pero también a escuchar. Levantaos del sofá, va". No parece que vaya descaminado.

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