Una especie de grandes almacenes de todas las emociones humanas. Así describía G.K. Chesterton la obra literaria de Charles Dickens, el autor inglés que mejor retrató la sociedad de la Revolución Induistrial y los personajes de la época victoriana.

Para conmemorar el Año Dickens Alba Editorial publica en edición de bolsillo David Copperfield, una de las obras clave de la literatura universal. Desde su publicación por entregas entre 1849 y 1850, esta novela ha acompañada a numerosas generaciones de jóvenes lectores, dejando siempre en ellos una profunda huella. La edición de Alba presenta una nueva y excelente traducción íntegra de Marta Salís, la primera en castellano en más de cincuenta años de esta obra, que sigue despertando el interés de jóvenes y mayores. La traducción se basa en el texto de la primera edición, de 1850, que apareció poco después de que finalizase la novela por entregas.

Alba Editorial, que había publicado anteriormente David Copperfield en una cuidada edición con las ilustraciones originales de H. K. Browne, Phiz, lanza ahora esta edición de bolsillo con el objeto de llegar al gran público y conmemorar como se merece este Año Dickens. David Copperfield es todo un ejemplo de que se puede escribir literatura popular sin rebajar la calidad literaria. El autor se inspiró en algunos hechos de su propia vida, consiguiendo así dar toda la fuerza a unas situaciones que conoció personalmente: un niño criado por un padrastro frío y una madre enferma ingresa en un severo internado, después entra a trabajar en unos sórdidos almacenes...

Con buenas dosis de ternura y verosimilitud, Dickens se interesa como nadie por los personajes secundarios, al tiempo que realiza una dura crítica social al mostrar las condiciones laborales de la Revolución Industrial.

Tras colaborar como reportero en un periódico, en 1834 Charles Dickens fue contratado como corresponsal parlamentario de «The Morning Chronicle». Sus artículos tuvieron un gran éxito y dieron paso a la publicación de las primeras entregas de Papeles póstumos del club Pickwick. Después aparecerían otras de sus grandes obras como Oliver Twist -llevada al cine en numerosas ocasiones-, Estampas de Italia, David Copperfield -de la que llegó a vender hasta 100.000 ejemplares- o La pequeña Dorrit.

La mayoría de sus obras fueron publicadas originalmente como entregas mensuales o semanales en periódicos, e impresas posteriormente en libros. Gracias a la publicación por entregas, las obras de Dickens consiguen atrapar la atención del lector a lo largo de toda la narración; aunque también se dice que redactaba primero el final de sus novelas y después reconstruía el comienzo, para que quedasen así todos los cabos atados.

Para conmemorar el bicentenario de su nacimiento, Alba Editorial publica además una nueva traducción de La pequeña Dorrit a cargo de Carmen Francí e Ismael Attrache y en edición de lujo. Publicada por primera vez por entregas de 1855 a 1857, se trata de una de las mejores novelas de Dickens, todo un compendio de su destreza narrativa, de su ingenio cómico y de su talento para crear ambientes y personajes. Pero también es una sátira sobre la incompetencia del gobierno de la época y la hipocresía de la sociedad victoriana. Una buena parte de las críticas se centran en los problemas sociales de la industrialización, entre ellos la falta de seguridad de los trabajadores, así como en la incompetente e innecesaria burocracia de la Hacienda británica.

La editorial Alba tiene además en su catálogo otras destacadas obras del autor inglés como Oliver Twist, Grandes esperanzas, Estampas de Italia, Una casa en alquiler y La señora Lirriper.

Oliver Twist narra la historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado y maltratado en una funeraria, que al escapar rumbo a Londres es reclutado por una banda de ladrones que él no reconoce como tales; un magnífico relato sobre la inocencia acosada. En Grandes esperanzas, el autor británico plantea el conflicto que vive el joven Pip entre la vida honrada y pobre de herrero rural y el deslumbramiento que le provoca la sociedad opulenta en la que entra gracias a un golpe del azar. Como en otras de sus obras, en esta historia aparecen huérfanos, amigos leales, presidiarios, herencias, prófugos... En una palabra, el mundo que conoció en su infancia.

Estampas de Italia es el resultado de casi un año de viaje por Italia en 1844. Con su agudeza como observador, Dickens se siente atraído por la desolación de los pueblos y ciudades, la vida callejera llena de colores y olores y los signos de un rico pasado. La excelente traducción de Ángela Pérez está realizada sobre la primera edición del libro de 1846, con algunas correcciones que Dickens introdujo en la edición posterior de 1859.

El despliegue de Alba Editorial para celebrar el Año Dickens 2012 será, sin duda, muy bien acogido por los lectores, que en algunos casos descubrirán por vez primera al escritor inglés. Un año, pues, para recordar a Charles Dickens de la mejor forma: acercándonos a sus grandes obras; entre ellas David Copperfield, que a pesar del tiempo transcurrido sigue conmoviendo a lectores de todas las edades. Y es que, como señaló Chesterton, «Dickens es tan llano, que incluso los doctos exquisitos pueden entenderlo».