Tan claro como que Carlos Labbé (Santiago de Chile, 1977) no es un escritor para todos los públicos lo es que suscita interés y hasta pasión en quienes buscan en la literatura algo más que una historia entretenida. Desde su primera novela, Pentagonal: incluidos tú y yo (2001), un artefacto hipertextual en el que el lector debía marcar la ruta a seguir, hasta estas Piezas secretas contra el mundo, Labbé, guionista, crítico, editor y músico, se ha venido internando por senderos más o menos experimentales que, entre otras cosas, le sirven para reflexionar sobre las modalidades de la creación. Porque, para Labbé, escoger otras formas de narrar es el requisito para dar cuenta de un mundo que es cualquier cosa menos ordenado y estable. Piezas secretas?, por ejemplo, se abre con un extraño informe sobre el guión de un videojuego para luego desembocar en una historia de desamor epistolar a caballo de Noruega y Chile. O no tan luego, porque el lector puede seguir pistas alternativas y leer en un orden diferente siguiendo sugerencias del propio texto.