La declaración de las Fallas de Valencia como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco incrementa aún más la lista de bienes culturales, naturales e inmateriales españoles que figuran en esta prestigiosa nómina.

La lista de Patrimonios Inmateriales de la Humanidad recoge algunas de las costumbres y festividades más significativas del país. Sin embargo, existen algunas poco reconocidas dada su concreta localización. A continuación, te presentamos las otras 12 integrantes de la lista española que acompañan a las Fallas.

El 'silbo gomero'

El único lenguaje silbado del mundo que está plenamente desarrollado y empleado por una comunidad de unas 22.000 personas, según la propia Unesco, cifra correspondiente a casi toda la población de la isla canaria de La Gomera. El 'silbo gomero' adapta al código de los silbidos la lengua castellana, diferenciando entre vocales y consonantes a través del tono y la duración de cada sonido.

Unesco

La dieta mediterránea

La Unesco ha sido una reconocedora más de las virtudes de una de las dietas más significativas de España. Compartido con Croacia, Chipre, Marruecos, Grecia, Italia y Portugal, este Patrimonio de la Humanidad también destaca sus elementos de "cohesión social" por la costumbre mediterránea de comer en compañía. Además, realza la "hospitalidad" y el "diálogo" que reinan en esta cultura. Más allá de sus virtudes alimenticias y sociales, la Unesco también elogia los procesos de producción, transporte y almacenamiento de los alimentos.

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El flamenco

Más allá de un tópico fuera de nuestras fronteras, la música y el baile por antonomasia de Andalucía es para la Unesco "un signo de identidad de numerosos grupos y comunidades", en especial la gitana. Este organismo internacional destaca la complejidad de este estilo musical, así como los "sentimientos y estados de ánimo" que transmite.

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El festival de los patios de Córdoba

También de una de las principales ciudades de Andalucía procede una serie de eventos que tienen como acto central el ornamento de los patios de las viviendas con flores durante los primeros días de mayo. Este festival comprende actos como celebraciones en los propios patios y concursos. "Promueve la función del patio como lugar de encuentro intercultural y fomenta un modo de vida colectivo sostenible", dice la Unesco.

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La Cetrería

Junto con otros 12 países de Europa, África y Asia, España cultiva la cría y el empleo de halcones u otras aves rapaces para su empleo en la caza. La Unesco resalta en su informe el "vínculo" y la "relación afectiva" del cetrero con sus aves, al tiempo que recuerda que alrededor de este arte también coexisten otras expresiones culturales relativas a la vestimenta, la gastronomía o la música.

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La fiesta de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí

Este municipio valenciano celebra cada 7 y 8 de septiembre una variadísima fiesta que combina danza, procesiones, teatro y desfiles de gigantes representando al rey Jaime I de Aragón y a su mujer Violante de Hungría. "La base de la continuidad de esta fiesta es la participación de la vecindad del pueblo en su conjunto", resalta la Unesco.

Unesco

Los tribunales de regantes del mediterráneo español

Son unas instituciones puestas en marcha durante la etapa de dominio musulmán en España, con el objetivo de gestionar el agua en la franja mediterránea del país. En la actualidad, las dos más importantes son el Consejo de Hombres Buenos de la Huerta de Murcia y el Tribunal de las Aguas de la Huerta de Valencia, que además son los únicos reconocidos jurídicamente. Estos órganos presentan una base democrática y aún conservan rituales y términos de la época de Al-Andalus. Son, según la Unesco, de "gran importancia para las poblaciones locales".

Europa Press

El misterio de Elche

La Basílica de Santa María y las calles de Elche preservan desde el siglo XV una representación cantada que todos los 14 y 15 de agosto recrea los hechos bíblicos de la Virgen María. Esta pieza teatral está acompañada por recreaciones técnicas de eventos como la Ascensión de la Virgen que emplean antiguas máquinas. Más de 300 personas se implican en esta cita, que se celebra de forma ininterrumpida cada 14 y 15 de agosto.

Unesco

La fiesta de la Patum de Berga

El municipio barcelonés celebra su semana del Corpus con una fiesta existente desde la Edad Media. Personajes de todo tipo: caballos de cartón, cabezudos, águilas, demonios de fuego... desfilan por las calles de la ciudad entre los vecinos y visitantes de la localidad, hasta terminar con un gran baile, el 'Tirabol'. La Unesco, que destaca que se respete el callejero medieval tradicional de Berga, advierte de que aunque haya indicios de que la fiesta vaya a continuar en el futuro, "es preciso velar por que el fuerte desarrollo urbano y turístico no altere su valor".

Unesco

Los castells

Son una de las expresiones culturales catalanas más reconocidas. Un grupo de personas, conocidas como 'castellers', construyen una torre humana en la plaza principal del pueblo, acompañados por música tradicional. Cada grupo de 'castellers' se distingue por una indumentaria propia. Varios historiadores apuntan que su origen data de finales del siglo XVIII en Valls (Tarragona), cuando comenzó a culminarse el baile de las Fiestas Decenales de la Candela, llamado 'ball dels valencians', con una torre humana que progresivamente fue cobrando protagonismo por encima de la propia danza.

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El canto de la sibila de Mallorca

Todas las iglesias de la isla de Mallorca acogen, cada 24 de diciembre, durante el oficio de maitines de la vigilia de Navidad, un canto interpretado por un niño o niña que recorre el templo con una espada en la mano. Con esta, traza una cruz en el aire cuando termina su canto. Se desconoce el origen concreto de esta tradición, de la que consta documentación de su celebración en la isla que data de la Edad Media.

Unesco

Fiestas del fuego del solsticio de verano de los Pirineos

Todos los años, las villas de la zona pirenaica --este Patrimonio es compartido con Andorra y Francia-- festejan el solsticio de verano con un ritual en el que sus habitantes descienden desde la montaña hasta los pueblos portando antorchas hechas por ellos mismos. Con ellas, encienden fogatas en lugares concretos, y al día siguiente, recogen las cenizas y las conservan durante todo el año en sus casas. Según la localidad, las costumbres en esta fiesta varían: la primera fogata puede ser prendida por el alcalde, el sacerdote o el último casado del pueblo, en otras villas las jóvenes solteras esperan a los portadores de las antorchas con dulces y vino, y en otros lugares, esta tradición representaba un paso simbólico de la adolescencia a la madurez para los más jóvenes. Son también conocidas como 'Fallas del Pirineo' y hay fuentes de su existencia del siglo XI.

Diputación Provincial de Huesca