Najwa Nimri entremezcla el esplendor del Hollywood de los años 50 con el mito vampírico en su último trabajo, 'Drac Pack', una obra teatral en la que ejerce de directora musical, autora del libreto y, a su pesar, también de intérprete junto a algunas de sus compañeras en la serie televisiva 'Vis a Vis'.

"Me encanta estar con ellas y me encanta hacer esto, pero no lo concebí así. Mi motor no ha sido jamás estar bajo el foco de atención. Me causa dolor y problemas y no es algo que me haga feliz. Lo único que consigues siendo alguien señalable es meterte en problemas y hoy, aún más, está muy guay pasar desapercibido", afirma la artista.

Si asumió uno de los papeles, confiesa, fue bajo la idea de que así se venderían más entradas. De la renuncia trata precisamente su propuesta, un montaje dirigido por Fernando Soto, sobre un "Drácula soterrado" tras los espíritus del 'Drac Pack' original, esto es, Frank Sinatra, Dean Marty y Sammy Davis Jr., pero "revertidos a chicas", concretamente, Alba Flores, Kimberley Tell y Anna Castillo.

Con toda la eternidad por delante y "aburrido" de figurar ante los "flashes", el protagonista de la obra decidirá buscar "un sustituto que esté al nivel" y que se avenga al precio del estrellato: "Elegir entre la luz de los focos o la luz del sol, es decir, brillar en lo artificial y renunciar a la realidad".

Este "cuento" inspirado en 'Fausto' de Goethe es fruto de "una idea loca" que le empezó a rondar a Nimri por la cabeza hace 5 años. Probó suerte con diferentes coescritores hasta que, tras su trabajo conjunto en la representación de 'Antígona', se apoyó en Carlos Dorrego para dar cuerpo a la historia, así como en Emilio Tomé para guionizarla.

"Carlos y yo salimos escaldados del proyecto anterior y nos parecía interesante hablar sobre el éxito, porque cuando alguien está bajo el foco suceden muchas cosas, algunas muy bonitas de contar", avanza la actriz, cantante y compositora.

Pero ese lado luminoso, advierte, posee siempre un reverso más oscuro, "como una Marilyn Monroe que sonríe hasta dejarse la vida literalmente, un Sammy Davis Jr. al que, por su condición de negro, casi no le dejaban entrar a su 'show'... Ahí es donde entra la parte vampiresca", explica.

Para Nimri, "el mundo es un vampiro". "Lo es desde que empezamos a soñar y a desear", opina la artista, que decidió centrar la trama en un espacio sin determinar, pero en un tiempo concreto, los últimos años 50, "en los que las grandes estrellas, símbolo de la abundancia y del glamour, eran los actores".

"Fueron los años de la Guerra Fría y pasaron un montón de cosas, por lo que la decisión de enmarcarlo no fue exclusivamente musical. Las mujeres empiezan a salir fumando, la publicidad gana terreno y es cuando los malos comienzan a ganar", cuenta.

En su opinión, "ahora mismo las estrellas son los futbolistas y hasta Nicole Kidman, que es altísima, podría andar por la Gran Vía bien tuneada, pero Cristiano Ronaldo no", señala.

El relato de 'Drac Pack' se acompaña de estándares del cancionero americano como 'Fly me to the moon', 'Sway', 'Diamonds are a girl's best friend' o 'I've got you under my skin' y acompañamiento en vivo de piano de Marcos Sánchez y la batería de Gonzalo Maestre.

Tras su paso por Valencia, donde fue un "éxito total, mucho más del esperado", la obra llegará al Teatro de la Luz de Madrid del 29 de diciembre al 21 de enero, con función incluida en Nochevieja y, ya en febrero, Nimri empezará a trabajar en la nueva película de Carlos Vermut ('Magical girl').